ALEXDesde el día en el que Austin se quedó a cenar, las cosas en casa iban, extrañamente,bien.
Normalmente cuando llevo a un amigo nuevo a casa mi padre lo interroga a fondo, pero no se si le hizo lo mismo a Austin,a el lo llevó al garaje donde está el auto del abuelo. Ni siquiera Adam había visto ese auto, y Austin tubo la suerte de ayudarle a mi padre a arreglarlo.
De algo me perdí y siento que fue importante
-¿sigues pensando en lo del Viernes?-brinque del susto, porque siempre logran asustarme
-es que, no lo entiendo, se que es algo tonto pero no entiendo-sus ojos compasivos me observaron burlones-porque mi padre lo sacó de la cena solo para reparar un auto
-debes preguntarle a el-respondió colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja
-pero mamá, sabes que jamás me cuenta nada-me quejé, ella sonrió y beso mi cabeza
-solo preguntale, si no resulta con tu padre, puedes hablar con Austin-añadio, asenti y la mire sonriendo
-¿te puedo hacer una pregunta, íntima?
-obvio, pulguita, dime, que sucede
-¿papa y tu me quieren dar un hermano?-ella empezó a toser atragantandoce con su propia saliva y yo rei burlona, golpeo mi nuca y sonrió
-ridícula
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-hola,princesa- cubri mi torso desnudo con lo primero que encontré, osea una manta.
Cuando me asegure de estar totalmente cubierta voltee a ver al humano frente a mi, el le veía burlón mientras cerraba la puerta de mi cuarto con el adentro.
-¡¿que crees que haces aquí?!-grité en un susurro, ni yo me entendí pero ajá. El sonrió aún más y besó mi mejilla.
-crei que sería buena idea, venir a visitarte-dijo recostando su espalda en el colchón de mi cama
-que tierno-dije sarcástica-¿pero a las una de la mañana?, ¿en serio Austin?
El se encogió de hombros y yo me di la vuelta, me coloque la primera camisa que encontre en mi silla, un top azul marino sin mangas que mostraba un poco de escote,genial,justo ahora.
Me tomó de la mano y me hizo sentar en la orilla de mi cama, justo junto a él.
-si mi padre o alguien te ve aquí, te van a matar-sonreí, el tomó mi mano y besó mis nudillos.
-correre el riesgo-dijo el, posó una de sus manos en mi cintura y se recosto en mis piernas
Empecé a acariciar su cabello rubio, note como su cuerpo se relajaba totalmente, mis dedos viajaban lentamente por su cuerpo cabelludo, analizando y detallando cada cabello de su hermosa cabellera.