Capitulo I

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"Dice estar muerto pero llora con ciertas canciones y se conmueven al filo de un libro. Él no está muerto, solo está infinitamente roto."

—Elena Poe

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Asia Stone

—Asia esto es demasiado —dijo mi padre después de salir del área de planeaciones. Pues sabía que no estaba de acuerdo con lo que se acaba de enterar.

Acabábamos de salir de ahí porque teníamos una reunión importante.

—Ahora no papá —dije porque de verdad que no quería discutir con él en ese momento.

—No te puedes exponer así —se me estaba acabando la poca paciencia que me quedaba.

—¿Y qué hago entonces? ¿seguirme quedando de brazos cruzados como si nada? ¿Dejar que sigan haciendo y deshaciendo a su antojo sin consecuencias? —inquirí y mi paciencia estaba casi en cero—Pues no, disculpame pero no, ya estoy harta de eso, ya estoy harta de esperar y esperar, que es lo único que me dicen para calmarme porque esos malditos siguen como si nada —respondí tratando de no faltarle al respeto— ¡No más! ¡Ahora sí lograrán llegar a mí, ahora sí! ¡¿Y sabes porqué?! —no lo deje responder— ¡Porque yo así lo quiero, pero no aún, lo harán cuando menos se lo esperen, cuando me crean vulnerable, frágil y desprotegida lograrán hacerlo, porque no van a saber ni de dónde vino el golpe!

Iba a decir algo pero Ashel llego y lo interrumpió.

—Asia necesito terminar de informarte sobre la misión —dijo—. disculpen la interrupción —se disculpó aunque yo sabía que no lo sentía, pues lo conozco bien y le agradezco que interrumpiera ya que no quería continuar discutiendo con mi padre.

—Está bien —dije.

—Voy a terminar de arreglar algunos detalles para que todo salga perfecto—avisó mi padre y asentí de acuerdo.

—¿Que te parece si vamos a entrenar un rato primero? —inquirí a Ashel luego de que padre se fuera. Necesitaba calmarme un poco.

—Me parece bien, madame —dijo y rodé los ojos ya que lo último lo dijo con burla.

—Vamos negro —contraataque, ahora fue él el que rodo los ojos y eso me hizo sonreír.

Ashel Richter era un moreno alto, ojos color avellana, cabello corto de los lados y largo de arriba con rizos de color negro, cuerpo bien tonificado sin llegar a lo exagerado, nariz fina, labios gruesos, cejas medianas..., en otras palabras... ¡no era negro!, solo que me gustaba chincharlo. Él era mi mano derecha, jefe de seguridad personal y amigo (aunque no en horas laborales como reuniones o cosas que representen peligro para mí).

♥・♥・♥

Estaba en el área de entrenamiento con Ashel, yo bebía agua de mi botella que tenía en el mini refri mientras él contestaba una llamada. Estámos sudados gracias a la rutina que estábamos haciendo, odiamos pausarlas pero le entró una llamada y como es sobre la misión la contestó, puesto que necesitamos que todo esté listo.

—¿Continuamos, encanto? —me preguntó luego de terminar su llamada y rodé los ojos por el mote que utilizó. Él era como mi mejor amigo por decirlo así, ya que no puedo decir hermano porque a un hermano no le quisiera hacer cosas que terminarían haciéndonos jadear y no precisamente por ejercicio, porque Ashel estaba para comérselo, pero no yo, porque hasta ahí no llegamos puesto que no quiero que luego todo se ponga incomodo entre nosotros ya que nos confiamos prácticamente todo, solo nos "reservamos" las cosas íntimas.

𝑺𝒂𝒏𝒈𝒓𝒆 𝒚 𝑺𝒆𝒅𝒖𝒄𝒄𝒊𝒐𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora