Omar Chan es el típico chico tierno y educado.
Toge Inumaki un tipo serio y reservado de pocas palabras, ¿cómo conquistará el corazón dulce del chico de sus ojos si no puede ni hablarle?
Omar se quedó pensando en lo último que había hablado con sus amigas esos días. Habían salido ya varias veces en grupo, el pelicafé sospechaba que era por obra de sus amigas y de Yuta. Los tres chicos parecían empeñados en hacerlos juntarse todos los días.
Lo que no sabían es que cada que uno cancelaba, Toge y Yuta se veían para pasar el tiempo. Se sentían más cómodos a solas, sin miradas intensas observándolos o indirectas demasiado directas que soltaban sus amigos. No era que les molestara.
Pero Omar apenas y podía reconocer sus propios sentimientos y estaba demasiado confundido, preferiría tener tiempo para pensar.
Al lado del causante de eso, claro.
- ¿Qué tipo de películas te gustan?
Preguntó el pelicafé mientras buscaba en la laptop de Toge, el peliblanco traía algunos snacks para los dos. Se sentían cómodos con el simple hecho de mirar juntos una película, no era la gran cita pero les encantaba así. Espera, ¿una cita? De amigos, claro.
Toge lo miró un momento y comenzó a escribir en su teléfono para responderle.
"Cualquiera que te guste está bien".
Omar lo miró con sus cejas levemente fruncidas, no le gustaba mucho la falta de comunicación con Toge, o sea, entendía bien que no se podría por obvias razones tener conversaciones largas, pero el chico podría dejar de responder con monosílabos ¡o simplemente contar un poco más! Omar no se moriría al esperar que terminara de escribir.
- Me gustaría saber qué tipo de películas te gustan. Por ejemplo, me gustan las películas de princesas, pero no tolero las de terror.
Omar hizo una mueca que hizo soltar una leve risita al peliblanco. Toge lo miraba con ojos violetas brillantes y desvió un poco sus ojos para comenzar a escribir en su teléfono. Ese simple acto siempre tenía la atención del pelicafé, sus ojos observaban la pequeña sonrisa en los labios de Toge y como sus dedos delgados y largos se movían por la pantalla con rapidez al escribir. Últimamente después de pensar y tratar de saber sud sentimientos a la perfección Omar se encontraba mirando más de la cuenta al chico frente a él.
Tenía un sentimiento asfixiante.
"Las películas de princesas está bien, mi favorita es Rapunzel"
- Me gustaba su esposo a mí. - Habló Omar y los dos soltaron otra risa, amaba la risa de Toge, ese pequeño sonido que venía de él aunque fuera de los pocos era grato al oído del pelicafé - Me cae bien Bella, Elsa, Ariel...
Toge hizo una mueca al escuchar la última princesa y negó mientras comenzaba a escribir otra respuesta para su chico.
"Ariel es tonta, ¿Quién cambia ser una sirena solo por un príncipe"
- Pues se supone que lo quería, aún si solo lo vio una vez, supongo que sí es un poco tonta, ¿pero quién no lo haría por amor?
Toge lo miró un momento y parecía quedarse perdido en sus pensamientos, después comenzó a escribir de nuevo. Omar se asomó un poco para observar lo que escribía y reposó su barbilla en el hombro de él.
"Cambiaría ser sirena si eso me ayudaría a poder hablar contigo <3"
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Toge
Ni teniendo todos los video juegos del mundo se sentiría tan contento como tener a su chico al lado. Le divertía todos los comentarios que Omar soltaba a lo largo de la película y tenerlo a su lado sintiendo su calor corporal era simplemente algo hermoso para Toge.
Ni siquiera estaba seguro de poder ver la película cuando tenía la cabeza del chico recargada en su hombro. Y es que Toge esperaba que Omar no se diera cuenta de su corazón latiendo con tal fuerza que parecía querer salir de su pecho. Seguramente moriría de un paro cardíaco ahí mismo.
Jamás imaginó sentirse tan feliz y cómodo al lado de una persona, tenía a su amigo Yuta, sí, pero no era igual. No se trataba del mismo sentimiento, esa sensación de querer tener a esa persona cerca en cualquier momento y poder simplemente rozar sus manos para tener el mínimo contacto físico. Ese mismo sentimiento que hace que te den ganas de llorar sin saber por qué, o que te oprime el pecho hasta el punto que te cuesta respirar correctamente con solo ver a esa persona sonreír de manera tan linda.
Toge no debía ilusionarse tan fácil, pero, ¿cómo no hacerlo cuando el muchacho eran tan dulce con él?
E aquí lo malo, Toge sabía que esa dulzura no solamente le correspondía a él. Los ojos de Omar eran brillantes de manera natural, su sonrisa, su risa, no era sólo causa del peliblanco. Su chico era con él como lo es con demás persona. No había nada en especial, no había ningún trato que lo diferenciara de los demás.
No era nada importante para él.
Solo un simple amigo entre muchos que tenía su pequeño rayo de luz. Tuvo que desviar la mirada de nuevo hacia la película al tener esos pensamientos, seguramente ahora mismo Toge tenía una sonrisa triste que trataba de disimular.
Es peor no ser nada con él.
Estaba resignado, a ver a Omar ser feliz de manera romántica con alguien que no sea él. No sería egoísta, sus sentimientos no significaban que el pelicafé debería esperar a enamorarse de Toge. Sabía bien que en cualquier momento llegaría alguien que le quitaría el derecho a hacerlo sonreír. Alguien que estaría para Omar cuando lo necesiten y así mutuamente. Porque lamentablemente lo suyo no era mutuo.
- Te ves triste. - Los ojos violetas del muchacho se posaron en esos ojos castaños que sonreían con dulzura. Toge debía empezar a ser más duro y no derretirse por una simple acción como esa. - A mí también me da tristeza ese final, yo quería que Boo se quedara con Sulli.
Toge sonrió levemente. No era la causa de su tristeza pero tampoco se lo haría saber al chico a su lado.
"Es muy triste, siempre quise una segunda película donde se reencontraran"
-¡Verdad, todo por la pinche araña esa y la lagartija! Malditos.
Toge soltó soltó otra risita y acomodó su mejilla contra el cabello del chico que seguía con su cabeza en el hombro del peliblanco. Siguió mirando la película, sus ojos desviandose de ratos hacia la personita acurrucandose contra él.
