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El día había llegado, una fiesta de compromiso disfrazada de cumpleaños

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El día había llegado, una fiesta de compromiso disfrazada de cumpleaños. The Blue Danube de Johann Strauss II se escuchaba de la pequeña orquesta que se encontraba amenizando la celebración.

Y en un camerino del gran salón se encontraba Jimin completamente vacío y carente de emociones mientras su madre se limpiaba las lagrimas, algo que no comprendía muy bien. ¿Llorar? ¿De qué le servía llorar a ella?

Vestido con seda y tul color hueso, su cabello peinado en algunas ondas y una bonita boina adornaban su cabellera rubia, además de un sutil maquillaje en tonos dorados y marrones que hacían relucir sus ojos color avellana finalizando con labios color cereza.

Perfecto por fuera, el omega se sentía un cascarón. Pues aun llamando a su omega para que este fuera valiente se resistió a su lado humano dejándolo solo, por lo que su aroma era escaso.

Se suponía que debía estar feliz, pero no lo estaba en absoluto.

Escuchó atento a las palabras que pronunció la asistente en el camerino, quien decía que era el momento de la recepción en la supuesta fiesta de cumpleaños.

Pero detrás de ello sabía que al casi finalizar toda esa gran celebración él pediría su mano.

Todo ello se convirtió en una farsa desde que entró por la puerta de la mansión Park. Nada era real, al menos no para su parte consciente.

Tan pronto como dio la bienvenida a todos sus invitados tomo la primera copa de champagne que se atravesó frente a él, al menos no estaría sobrio cuando llegase el momento.

Recordó exactamente lo que sucedió después de haber huido hacía dos días.

Aquella noche todo se derrumbaba nuevamente, otra vez el mundo de Jimin se caía poco a poco y nadie estaba ahí para escuchar sus gritos o llamados de auxilio.

Similar a lo sucedido dieciséis años atrás.

Similar a lo sucedido dieciséis años atrás

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«- Jimin debemos hablar.

- Ahora no papá, sólo volví porque necesito descansar, o mi bolso con mis objetos personales, no quiero hablar con ninguno de los dos. De verdad, yo... los respeto, los quiero en verdad, pero no puedo decirles nada más por ahora.

Dreams | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora