Alguna vez me he preguntado cuando hallare al amor de mi vida, en diferentes ocasiones conoci a bellezas quienes esas mismas intentaron asesinarme de formas horribles mi corazon esta adolorido al saber que esa misma mujer de la que era mi amor plato...
Esa había sido la descripción perfecta de mi vida, con mis propias manos asesine a quien pude haber llamado hermano, volver a tener camaradas, amigos, a alguien de quien estar enamorado y una familia y luego perderlo absolutamente todo...
De nuevo, otra vez...
Lo volví a perder todo, por culpa de Muzan Kibutsuji, el me lo arrebato todo.
Ya no podía más con este dolor y sufrimiento, otra vez volví a donde empecé, estar solo sin nadie a mi lado quien me consolara, todo mi ser estaba destruido, de que servía estar vivo si asesine a toda mi familia...
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Soy un idiota, un maldito perdedor bueno para nada que no es capaz de salvar a nadie...
La luz del alba ha llegado y con ella finalmente cubrió todo el distrito rojo iluminando hasta el último rincón con sombra daba por perdido todo...
Denji: ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué?! ¡Maldita basura de mierda! ¡Debo morir! ¡Soy una maldita basura que debería estar muerto! ¡Para empezar yo... yo... debí morir! Quizás debí ser yo, y no ellos.
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La luz del sol debió haber cubrió todo y ahora Daki ya debe ser solo polvo, ni siquiera van a quedar sus huesos, Gyutaro dejó de existir y al final ya no pude ver a Nayuta...
Todo el shock y la desesperación me hicieron vomitar al punto de ya no poder más mi cuerpo ya no aguantaba el dolor de volver haberlo perdido todo, y me decidí a levantarme.
Denji: Sino los busco... yo... yo... definitivamente seré un maldito asesino – dijo con una voz rota y una mirada completamente vacía.
Empecé a caminar por todo el distrito rojo al seguir viendo la destrucción que se ocasiono solo halle cadáveres de personas inocentes, eso solo me dio más ganas de vomitar y cada vez me desesperaba aun más...
Denji: Todos...todos... todos... están muertos... todos... ¿Por qué solo yo debo ser el que siga vivo? – se pregunto empezando a derramar lágrimas.
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