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Ríe sale del despacho de Sam junto con Angel Dust, quien mientras la guiaba y le enseñaba el prostíbulo mientras le contaba como era trabajar en el. Ella estaba muy nerviosa por empezar su primer día. Pensaba en las posibles cosas que le podrían pasar en el lugar. Y eso le aferraba bastante.

Angel Dust y Ríe llegaron a su nuevo camerino en el que habían una mesa con un gran espejo y luces donde arreglarse, también había un armario con trajes elegidos por Sam y habían unos asientos blandos donde sentarse, una estantería con libros y algunos cuadros que mostraban escenas de personas teniendo relaciones

-Lo hizo Sam para tí -(dijo apoyándose en la pared)-

-(mientras miraba alrededor de la habitación)- No está mal el cómo le quedó

-(se ríe suavemente y luego le dice)- ¿Puedo preguntarte algo?, ¿cómo es que has terminado aquí trabajando para ese capullo?, no parece que te guste mucho el lugar

-(ella se quedó en silencio un momento, respiró hondo y respondió)- Perdi una apuesta y ahora soy suya

-(Angel Dust agacha la cabeza y dice con voz suave)- Te entiendo... Me pasó lo mismo, ahora soy de Valentino

-¿De verdad?... Y, ¿cómo te trata? -(le preguntó)-

-Bueno, no se puede decir que bien pero a menudo es bueno...

Ella agachó la cabeza sintiendo miedo por lo que fuera a suceder mientras trabajaba en el prostíbulo

-Tranquila tu solo no te acerques a él, y si pasa algo puedes acudir a mí... -(dijo sonriendo)-

-(ella le devuelve la sonrisa y dice)- Gracias...

-De nada...

Angel Dust la dejo sola en el camerino para que se cambiase. Ríe cogió un bañador negro abierto en los costados y con ligas en sus muslos y en el escote, la tela tenía brillos y era lisa y suave. Cuando terminó de ponérselo se miro en el espejo sintiendo incomodidad y luego de respirar profundamente salió del camerino y se encontró con San quien la miro de arriba abajo con una sonrisa retorcida

-Hombre has encontrado el traje que te deje en la mesa... Te queda bien -(dijo acercándose a ella)-

-(con un tono seco y caminando hacia las barras)- Gracias, supongo...

-Ven, te acompaño a la barra

Ella suspira y le sigue sin ánimos de hacerlo. Llegaron a las barras donde alrededor habían asientos para los espectadores

-Me quedaré unos minutos para ver cómo trabajas... Así veo tu potencial

Ella subió y se agarro a las barras mientras que música erótica sonaba por toda la sala y comenzó a dar vueltas en ella moviendo su cuerpo hacia arriba y hacia abajo lentamente mientras movia sus piernas, brazos y cabeza. Sam se quedó mirándola con mucha atención mientras una sonrisa se dibujaba en su cara y se quedó fascinado

-No está nada mal para ser tu primera vez -(dijo mientras se acerca a ella)-

-(con un tono serio)- Gracias...

Luego de un día duro de trabajo Ríe se encontraba en su camerino poniéndose ropa más cómoda. Luego de unos minutos tocan la puerta y ella abre con curiosidad de saber quién era. Sam estaba al otro lado de la puerta

-¿Te apetece ir a cenar algún sitio?

-Ok, supongo que puedo aceptar -(dijo borde)-

Ríe y Sam se fueron a un restaurante elegante y él se sento muy cerca de ella y mientras la miraba sonriendole le dice

-Has empezado muy bien con tu trabajo en mi prostíbulo... Me has dejado sin palabras mientras te movias en las barras

-(mientras toma un trago sin mirarlo a los ojos)- Gracias...

-(se acerca más a ella y en voz baja y seductora dice)- Se te veía muy sexy con el traje que te elegí. No he podido evitar verte y sonreir mientras veía tu cuerpo moviéndose

Diciendo esto, Sam comienza a pasar sus dedos por la espalda de Ríe con suavidad, haciendo que ella se pusiera nerviosa. Rápidamente se levanta de su asiento y dice

-Tengo que ir al baño

Ríe se fue al baño cerrando la puerta y apoyándose en el lavabo respirando con dificultad y pensaba para si misma

¿Qué mierda ha sido éso?... Por un momento sentía una sensación extraña en mi cuerpo. Tengo que calmarme. Como ha dicho Gardem, yo a él no le importó, solo me quiere para trabajar en su prostíbulo... Así que voy a relajarme y a calmarme

Luego de unos minutos salió Ríe del baño y se volvió a sentar en su asiento que era al lado de Sam. Él se giró hacia ella y le preguntó

-¿Todo bien?

-(con un tono suave pero seco)- Si... Todo bien

-Oye... Llevémonos bien, ¿vale?...

-(le interrumpe y le dice)- No quiero llevarme bien contigo, ¿vale?

-(le coge de la barbilla para girar su vista hacia él y mientras sonrie le dice)- Mira, Ríe... Quiero que por un momento olvides que trabajas para mi y podamos conocernos un poco más, ¿entiendes?

-(aparta su cabeza de su mano y le dice con un tono agresivo)- ¿Para qué?. Luego seguiré siendo tu simple empleada

-(hace aparecer la cadena del cuello de Ríe y estira de ella acercando su rostro al suyo diciendo con un tono suave pero amenazante)- No me vuelvas a hablar en ese tono, ¿queda claro?. Y como he dicho quiero conocerte mejor, ¿vale?

-(ella seríamente le dice mientras miraba sus ojos de gato)- Si, queda claro

-(suelta la cadena y sonriendo dice)- Muy bien... Cuéntame, ¿qué solías hacer estando viva?

-(sin mirarle le dice)- Acababa de terminar mi carrera en Bellas Artes

-Interesante. ¿Qué querias hacer?

-(suspira y le contesta)- Ser ilustradora de historias de algunos escritores y también de historias mías

Pasaron un rato juntos en el restaurante y luego se fueron en un coche negro de lujo en el cual el amigo de Sam, Wild Blood estába de conductor y ellos en la parte de detrás. Wild Blood se dirigió hacia las afueras del pentagrama hasta un gran hotel en donde vivía Sam y Wild Blood. Y ahora Ríe también. Entraron por las grandes puertas y algunos sirvientes los recibieron.

-Bienvenida a mi hotel -(dijo sonriendo)-

Ella se quedó fascinada al ver lo grande que era el lugar y cómo era de lujoso. Veía cada rincón con lujo de detalles sin saber que decir


Destino CortadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora