XIX

16 3 0
                                    

Habían pasado pocos días, Sam y Ríe pasaban el tiempo e iban a trabajar al prostíbulo de Sam. Él la observaba desde su despacho en la parte alta del edificio, y ella bailaba en las barras frías y resbaladizas de metal, luciendo trajes de su novio y moviendo su cuerpo, caderas, cuello y haciendo movimientos tentadores para que vinieran demonios a contemplarla. A Sam le ponía celoso que se acercasen tanto a ella, por eso, cuando estaban cerca, él la tomaba de la cadera mostrando una mirada desafiante y aterradora a los expectantes haciendo que entendieran que era de su propiedad.

Cuando no estaban en el prostíbulo solían tener relaciones sexuales y puede que alguna otra cosa. Por otro lado, Ríe seguía preocupada por Gardem, ya que no conseguía hablar con él. Blaxy le decía por mensajes que estaba bien, pero no quería hablar, cosa que ella sí. No aguantaba estar enfadada con el que era su mejor amigo, pero respetaba la decisión de no hablarle mientras él se negaba. Gardem atendía su Ring y luchaba mucho, de tanta ira y rencor que sentía y dolor mientras recordaba a Ríe y lo que sucedió días anteriores.

Un día Ríe y Sam se dirigieron al prostíbulo. Y allí apareció una demonio con la piel rosada, el pelo largo y una voz coqueta y suave. Ella era Verosika Mayday, una demonio cantante del anillo de la lujuria en el infierno.







-Mírala, Verosika -(dice con voz sería y sonriendo mientras se acerca a ella)-

-Sam, hace mucho que no venía -(dice con su sonrisa y le echaba una mirada a Ríe levantando una ceja)-

-Si, me alegro que hayas venido a cantar. Espero que las letras sean como me gustan -(menciona soltando una risa mientras pasaba una mano por la cadera de Ríe y la mantiene cerca de él)-

-Mm, tranquilo Sam, tienen tantas palabras guarras que van a hacer que se corran con el intro de la música

-Perfecto entonces -(se dirige a Ríe y dice con voz suave mientras aprieta su mano en la cadera de ella)- Te veré por la ventana, ve a vestirte

-Esta bien, hasta luego -(ella va a su camerino mientras sonrie)-







Sam se dirigió a su despacho y se asomó por las grandes ventanas mirando para que apareciera Ríe y mientras tomaba un trago de whisky. En el camerino de Ríe, ella se puso un traje negro, ajustado y con brillos. Tenía un escote que le llegaba casi al ombligo y estaba entrelazado con una cadena dorada y se ajustaba la tela elástica y brillante en su cintura y caderas. Además de que llevaba unas medias negras que llegaban a la mitad de los muslos y unos guantes sin cubrir los falanges y que le llegaban a los codos del mismo color negro. Cuando se dirigió para salir, detrás de la puerta le esperó Verosika Mayday, quien le dió un susto







-¡Joder!. Que puto susto -(dice llevándose la mano al pecho para respirar hondo)-

-Perdona querida, no era mi intención. Solo, venía a hablar -(dice mientras cierra la puerta y se apoya en ella quedando de brazos cruzados y viendo la apariencia de Ríe, sensual y reveladora)- Entonces eres el nuevo juguete del señor Sam, ¿me equivoco?

-No, soy su novia -(dice algo extrañada mientras sonrie suavemente)-

-Mira cariño, ahora dices eso, pero a todas nos ha dejado en la calle como si fuéramos basura. -(dice acercándose a ella y con su voz sería pero con voz juguetona. Ríe deja caer su sonrisa mientras la escucha)- Hasta yo lo hice. Es igual que mi ex, Blitzo. Solo les importa follar, no sienten nada por nadie y no les importa lastimar a los demás

-Él... Él me dijo que no follaba, solo miraba -(habla con voz baja mientras agacha la mirada)-

-Nunca creas en los hombres querida. Todos son lobos que quieren cazar y no pueden saciar su hambre -(apoya la mano en el hombro de Ríe)-

Destino CortadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora