¿Me estaré volviendo loca, otra vez?

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Cuando llegué a REN, Danielle estaba completamente absorta en unos papeles, por lo que me encaminé a mi despacho después de recibir un "luego hablamos" de su parte. Me quedé mirando a través de la ventana que ocupaba desde el techo hasta la mitad de la pared. No sé si pasaron 10 minutos, pero escuché dos toques en la puerta.

-Ally-giré mi cabeza hacia la puerta-Acaban de llegar los muebles

-Vale-dije-Ya salgo

Como mi despacho era lo único que quedaba por amueblar, tardaron cerca de una hora más o menos. Cuando se fueron, me quedé observando aquella maravilla que, aunque no podía creerlo, era mía. Una mesa de color blanco se encontraba de frente a la puerta y una silla, bastante cómoda, estaba detrás de la mesa. Tenía una gran estantería y un pequeño armario para guardar mis cosas. Era perfecto.

-¿Te gusta?-preguntó una voz detrás de mi

-Por supuesto-dije girándome para abrazar a Danielle-Muchísimas gracias por todo esto, de verdad, eres increíble-me separé de ella, aun agarrándole los hombros

-¿Qué es eso morado que tienes ahí?-cuestionó girándome el cuello

-¿Qué?-pregunté confundida

-Eso-volvió a señalar

Mis ojos se abrieron de golpe y acto seguido me llevé la mano al cuello. Me lo había visto y ya no tenía tiempo de inventarme una caída en la ducha porque, aparte de que esta mañana no lo tenía, ¿quién se iba a creer que eso me lo había hecho con la ducha? Podría probar, pero sinceramente pasaba de estar pensando una excusa barata y poco creíble. Sólo me quedé callada mirándole una ceja, si la miraba a los ojos me iba a entrar la risa y no era un tema para reírse, Jesús.

-Venga-tiró de mi brazo y me llevó hasta la silla en la que, previamente me había sentado antes de ir a ver al dueño de mi cuello morado.Se sentó en su silla, la cual se veía más que confortable, se recostó en el respaldo y suspiró poniendo sus manos encima del regazo.-Vamos pelirroja-me alentó-¿Tienes vergüenza?

-Eres una payasa-reí negando con la cabeza-Sabes perfectamente que esto-me señalé el cuello-me lo ha hecho tu hermano, no sé para qué preguntas

-Es que-sonrió-la leche, te lo ha dejado como el color del pasillo de mi casa-dejó escapar una carcajada

-No me hace gracia-dije seria-Esto cuando tenemos quince años está bien, pero tía, que tenemos veintitrés, ¿en qué está pensando?

-Desembucha-dijo

Y así hice, le conté todo con lujo de detalle. En muy poco tiempo Danielle se había convertido en una persona muy importante para Alex y para mí, así que supongo que ocultarle cosas no sería correcto.

-Que brutito es-dejó escapar una risa-¿De verdad te gritó eso delante de sus empleados?

-Sí hija, si-respondí-Y lo mejor de todo es que le importó una mierda que le escucharan, cosa que yo no agradecí porque me miraron todos, menos mal que Alex no estaba por allí, si no me pone en ridículo también

-Cuando éramos más pequeños siempre fue un niño travieso y juguetón a la par que gracioso, luego tuvo una época de chulo prepotente, después se le pasó y se volvió un poco arisco, incluso daba miedo y ya para el remate-suspiró-se quedó serio-una sonrisa apareció en su rostro-Hasta que llegaste tú y le volviste como era desde el principio

-Yo no lo he vuelto de ninguna manera-dije seria-Tu hermano es un ser un poco extraño y bastante tonto del culo, aparte es un bipolar.

-Pero te gusta-objetó-Y no me lo niegues ahora porque, te conozco desde hace muy poco pero, Ally tu mala leche se visualiza a diez mil millones años luz-suspiró-Sé que si Eric no te gustara ni un poco le habrías pateado el trasero de abogado que tiene-me señaló con el dedo- Y lo sabes.

Little Big Secret [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora