Viento y sombra [Shikadai]

C2

—Entonces, ¿te gusta Nara Shikadai?— Cuestiono Yuu directamente.

Habi la miro un poco sin palabras. —¿Cómo demonios llegaste a esa conclusión?

—Es la primera vez que veo que tomas la iniciativa de invitar a alguien a entrenar, ni siquiera lo haces con tú hermano.

—.. Su madre es mi maestra, de vez en cuando nos hace entrenar juntos, por eso conoce mi tipo de pelea, no es extraño, ¿okey?

—Si, si como digas.

—¿No me crees?

—Tienes razón, no te creo.

—¿Por qué?

—Eres muy buena disfrazando tus emociones, tanto que ni siquiera tú te das cuenta lo que sientes, pero eso no significa que no lo he notado, soy experta en eso— Explico Yuu con actitud altiva.  

Habi suspiro, supuso que sin importar lo que dijera no le creería, por lo que eligió solo sonreír.

—No pienses en tonterías, andando.

Y con eso las dos se dirigieron a la entrada de la aldea, en donde Tsui los estaba esperando.

—Cambio de planes, ustedes dos se encargarán de llevar el retrato, recuerden que el cliente los estará esperando en el lugar acordado dentro de 3 horas.

—¿Qué esta pasando, Tsui-Sensei?

—No es algo que les incumba — Tsui bostezo y desparecio en un borrón de velocidad. Yuu y Habi se miraron por un momento, perplejas.

—Él sigue siendo tan molesto como el primer día.

—Si...

...

—Nee, Yuu.

Al ser llamada la chica detuvo sus pasos y miro a su compañera de equipo que la observaba en silencio.

Al ver su mirada un tanto incomoda supo de inmediato que ya lo había decidido, dudo por un momento antes de darse la vuelta y enfrentarla cara a cara.

—Puede ser peligroso, ¿estas segura?

Habi sonrió levemente. —¡Estoy preparada!

—Bien, no te dejes atrapar o seré yo quien sea reprendido por Tsui-Sensei— Yuu suspiro y él peluche sobre sus hombros salto y en un instante tenía la apariencia de Habi.

La oji azul asintió y se dio la vuelta, conocía a su hermano, y según la información que escucho no era nada sencillo.

Debía ir o él estaría en peligro.

Yuu siguió su camino, seguida del peluche transformado en Habi.

—Y dice no involucrarse, que tonta— Murmuró antes de sonreír levemente.

...

Una persona con una maleta en su mano y una capa sobre su rostro y cuerpo se acerco a un lado de los rieles por donde pasa el tren.

De repente otra persona con una máscara en su rostro apareció.

—Es la hora. Aquí está el dinero— Dijo la persona para luego señalar la maleta. —Traje el dinero como acordamos así que muéstrame la joya.

—Lánzame la bolsa— Ordenó la persona de la máscara enseñando lo que tenia en su mano.

—Primero la joya.

—Entonces no habrá intercambio.

La maleta fue lanzada, y cuando la otra persona la iba a atrapar se escucho un: —Ahora, Sarada.