Narrador omnisciente:
-Entonces, ¿Tenemos un trato?- el demonio se detuvo frente a ella con una gran sonrisa en la cara.
-Oh, por Lucifer, Al, vete a la mierda- gruñó ella con una sonrisa, lo sorteó con la intención de encargarse de ordenar la biblioteca del hotel, pues tras la batalla esta había quedado casi destruida y nadie se había hecho cargo, le había pedido a Alastor que le ayudase pero este solo le había propuesto hacer un trato a cambio de su colaboración.
-Venga ya, querida, te encantan estas bromas- apareció a su lado mientras ella se agachaba a recoger un par de libros.
-A ratos solamente- mintió, amaba el comportamiento irónico del demonio y como hacía bromas con todo y todos, le encantaba verlo llevar al límite de la paciencia a otros demonios y como se jactaba de ello.
-Ambos sabemos que eso no es verdad- dijo él sentándose en uno de los sillones mientras la veía comprobar el estado de los objetos- aunque como has sido tan elegante al pedírmelo y mucho más tras mi oferta- se rio- solo por esta vez, cuenta con ello- chasqueó los dedos y un grupo de sombras apareció junto a ella ordenando todos los libros sin descanso.
-Gracias- le dijo ella desde el sitio mientras veía como avanzaban mucho más rápido de lo que ella habría podido.
-Sabes que siempre es un placer, serafina- la observó de arriba a abajo mientras se acercaba para sentarse en el apoyabrazos del sofá, justo al lado del ciervo.
Miraron como las sombras recolocaban de nuevo las estanterías y las arreglaban cada uno ensimismado en sus pensamientos, habían pasado varias semanas desde el exterminio y con ello la muerte de Adán, el ambiente en el Infierno había pasado de ser una celebración a causa del cese de los exterminios a la tranquilidad, o al menos toda la tranquilidad que se podía esperar en la ciudad.
Raquel estaba extrañada de que nadie hubiese recibido noticias del Cielo, ella obviamente no se esperaba ser receptora de ellas pues sabía que la debían odiar allí arriba, sin embargo ni Charlie ni Lucifer habían tenido ninguna misiva o mensaje respecto a lo que había sucedido, y eso sí que era extraño.
Durante estas semanas y tras el final del exterminio, el Rey se había ofrecido a mudarse indefinidamente al hotel con la intención de pasar un mayor tiempo con Charlie y con el resto de huéspedes, había aprovechado que Raquel había vuelto a volar para llevarla a diferentes círculos con la intención de presentarla a los Reyes del Infierno y que así ella descubriese que en algunos momentos, ese plano podía ser divertido.
Alastor por el contrario se encontraba sumamente molesto ante la presencia del soberano en el hotel, no entendía que necesidad tenía de mudarse con ellos cuando tenía su propio castillo en el centro del Infierno; mucho menos entendía el porque tenía que llevarse a la serafina de aventuras alejándola de su lado, no eran pocas las veces en las que él había vuelto de reuniones o trabajos y se había encontrado que Raquel se había marchado con el Rey al plano de la Gula o el de la Pereza, frente a ella trataba de disimular la molestia pero quería destrozar cada uno de los huesos de Lucifer si le fuese posible con la única intención de que dejase a su chica en paz.
-Jefe, ya está- dijo una de las sombras cuando hubieron fijado la última estantería a la pared y recolocado todos los libros, la pareja salió de sus pensamientos y enfocaron su atención de nuevo en lo que tenían delante.
-Perfecto- dijo antes de hacerlas desaparecer.
-Gracias- trató de agradecerles la serafina, sin embargo no estaba segura de si habrían llegado a oírla pues Alastor había sido sumamente veloz a la hora de deshacerlas, la chica se levantó para ver el orden en el que se habían colocado las obras y sonrió satisfecha al ver que estaban como a ella le gustaba.
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Mi Serafina (Alastor y tú)
FanficSegunda parte de la novela 𝐋𝐚 𝐒𝐞𝐫𝐚𝐟𝐢𝐧𝐚, disponible en mi perfil. Raquel ya ha renunciado al Cielo por su amor a Alastor y tras vencer a Adán en el último exterminio, todo debería estar en calma en el Infierno. Sin embargo, las cosas no sie...