Quizá muchas veces he escrito cartas de amor, llenas de sentimientos vivos. Pero esta vez mi carta será algo distinta. Después de todo, no a diario vas a despedirte de alguien que te inspiro día a día para escribir largos túneles de palabras que cobraban vida propia al leerlas, permanecer atento a recuerdos grabados en el tiempo y finalizar con sonrisas, donde se emocionaba por decir algo más.
Las mismas palabras que parecen ser una máquina del tiempo, para llevarnos al momento en que cuatro letras nos pueden cambiar o nos permiten conocer el otro mundo de una persona. Muchos empezamos así. En un momento crees conocer a alguien de fiar, donde se pueden repetir las conversaciones día tras día. Por otro lado, nos cruzamos con personas que tengan algunos parentescos a nosotros mismos y solo sea charla de un rato. Pero de quien quiero hablarles hoy, es alguien que muchos de ustedes, tanto como yo ya han vivido. Después de todo, el amor no es un lujo que se puede negar para sentir.
Es que a veces, encontramos una persona que marca tanto tu vida, que te hace cambiar tu forma de ser, de ver el mundo, de sentir las cosas, de lucir diferente. Tomamos la decisión de seguir incursionando por un universo de momentos y sentimientos nuevos, para compartirlos solo con esa persona, para declarar tus primeros sentidos, para recordarle cómo ha cambiado tu vida, para soñar con los ojos abiertos el día que estén juntos, para sanar todas las heridas que en alguna oportunidad se han hecho con el paso de la vida. Ahí, en ese preciso instante, donde el tiempo se une con todo lo que ya has sentido por esa persona, donde piensas en millones de cosas con ella. En ese segundo de vida. Te das cuenta que te has enamorado perdida e irremediablemente.
Toda tu perspectiva cambia, estás dispuesto a entregar cualquier cosa por ver su sonrisa, hacer lo que sea por tener momentos únicos, donde solamente los dos tomaran tiempo para revivirlos. Cambias todo lo que sea necesario para no perderle jamás. Y ¿Qué pasa cuando todo eso parece esfumarse? Cuando, ya no importan las cosas tanto como antes. Cuando esa persona encontró a alguien que le puede hacer más feliz de lo que tú le has hecho. Cuando las palabras cursis y amorosas se cambian por largas horas de peleas incesables. Cuando sientes impotencia y desespero de saber que ya nada va a cambiar. Cuando el cielo que hicieron juntos, se convierte en un infierno abrumador. Es ahí donde te tropiezas una y mil veces, para ''solucionar'' Pero te conviertes en alguien egoísta que se aferra a esa persona, alimentas tu soledad para seguir con ella. Hasta que uno de los dos decide terminar con todo.
¿En algún momento has leído, escuchado o visto algo que pareciera estrujarte el corazón en el acto? Bueno, supongo que a muchos se les viene a la mente una persona que les hizo esto. Hasta estarán de acuerdo que ''sin esa persona están mejor'' Ese, no es mi caso. Soy una adicta a estar con quienes más me lastiman. Y diré: ''A mí también me rompieron el corazón cuando dijo eso'' Pero creo en la frase >> Todo lo que te pasa, es consecuencia de lo que hiciste en el pasado << Quizá si merezco ser tratada como lo han hecho. No sé a quién le hice tanto daño en algún momento. Pero el que me ''hayan roto el corazón'' me deja en claro que tienes que alejarte por un tiempo hasta que se curen las heridas.
Pero, ¿Cómo curar heridas que están constantemente en tu vida? En algún sonido, lugar, acción, pensamiento o recuerdo que estés pasando. Se abre de nuevo eso. Mi reacción es alimentar de nuevo ese dolor. Sentirlo otra vez entre tu cuerpo; como si estuvieras respirando bajo el agua, como si pasaras un fósforo encendido cerca de tus ojos, como si el corazón pareciera desbocarse en algún momento para detenerte. Soy de las personas que cuando están ''sanas'' retroalimentan ese dolor por vivir en el pasado, por seguir inmersa en recuerdos, por tener siempre la esperanza de un cambio que te traiga nuevas ilusiones. Y sí. Lo sé, soy una persona muy estúpida por ello.
Muchos probablemente hayan recordado un mal momento de estos. De hecho, yo hasta ahora sé lo que se siente tener un punzante y agudo dolor con estos recuerdos. Aun así, debemos recordar que esto fue una experiencia irreemplazable, que hay mucho de por medio para decir gracias y mucho de lo otro para pedir perdón. Algún día me tendré que decidir a vivir con esto o dar paso a olvidar las cosas. Como bien ya lo hizo él.
Aunque me es difícil olvidar algo tan fuerte y profundo que viví, mantenerlo como un recuerdo que me diga que estuve viva y de muy buena manera. >> Si amas a alguien tienes que dejarlo ir<< Pero es demasiado estúpido dejar ir todo lo que te ha hecho feliz. Es mejor, para sí mismo y para todos marcharte. Te sumerges en el olvido sin lastimar a nadie. Encuentras la manera de acunar ese sentimiento, ya sea para calmarlo o para desaparecer con él.
Ya los ojos son un mar de lágrimas suficientes cada momento y el dolor que parte tu cuerpo es más fuerte para dejarlo sin control. Ya llegara el día de callarlo todo. Ya pronto tendrás en momento inerte de ser y comportarte como lo ha hecho el. Cuando >> Lo único seguro en esta vida es la muerte << está bajo tus pies. Todo pasara por la cabeza de nuevo hasta que experimentar un nuevo dolor, apacigüe esto.
De todas maneras quien te importa saber si está preocupado por ti, Ya se olvidó de todo lo que una vez se prometieron para estar juntos. Ya para él, las palabras vacías que se creían, se habrán terminado. Como tú.
