𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 [𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮]

⁵/ 𝒑𝒆𝒓𝒇𝒆𝒄𝒕

[𝘙𝘌𝘊𝘖𝘔𝘌𝘕𝘋𝘈𝘊𝘐Ó𝘕 — 𝘭𝘦𝘦𝘳 𝘦𝘯 𝘮𝘰𝘥𝘰 𝘰𝘴𝘤𝘶𝘳𝘰 ;)]

«Tu voz, tu sonrisa, tus ojos son jodidamente perfectos»

El sol apenas comenzaba a filtrarse por las cortinas entreabiertas de la habitación, pintando delicadas franjas de luz sobre las sábanas desordenadas. Habitualmente siempre era puntual al momento en que su alarma sonaba, pero esta vez había sido apagada hace diez minutos y él todavía no se había levantado a hacer su rutina de siempre, en cambio, sus ojos estaban hipnotizados con la vista que le ofrecía su pareja, quien seguía durmiendo placidamente.

Las yemas de Katsuki recorrían con suavidad un camino por las pecas de Izuku siguiendo una línea imaginaria, entrelazándolas entre ellas. Bajando por su cuello y descendiendo hasta su abdomen bien trabajado, tomando el tiempo de sentir las diferentes texturas de la piel de su novio por sus cicatrices. Sus movimientos se vieron interrumpidos cuando Izuku se removió entre sus sueños, tratando de despertar al sentir el tacto suave. Esperando a que despertara, recorrió la curva de su cintura, subiendo nuevamente a su rostro, hipnotizado por sus ojos entreabiertos.

— Buenos días, Kacchan. — susurro con su característica voz ronca

Katsuki no respondió. En cambio, se vio atraído por sus ojos, se le hacía imposible desviar su mirada de aquellas piedras preciosas. Todo le recordaba a ellas; profundas y llenas de emoción, que podría leerlo como un libro abierto, tan brillantes e hipnóticas, las adoraba, y estaba seguro de que jamás se cansaría de admirarlas en silencio.

Una sonrisa casi imperceptible se formó en los labios de Katsuki mientras lo observaba con la serenidad pintada en cada rasgo, que lo dejaba sin aliento, ¿quién pudiera ser tan lindo? Su novio, su novio, podía ser el único.

— Buen día. — respondió, por fin, después de unos segundos, rompiendo el silencio de la habitación.

Las manos de Izuku recorrieron sus ojos, trotándolos suevamente para eliminar algún rastro de sueño. Y claro que su acompañante nunca quito su mirada, siguiendo todos sus movimientos, no podía entender, cada pequeño detalle de él era como una obra de arte, cada rasgo perfectamente esculpido por manos divinas. El suave susurro de su respiración, la forma en que su cabello verde se derramaba sobre la almohada en su desorden habitual. Todo en él era simplemente perfecto.

Katsuki sintió que su corazón salir de su pecho cuando se vio atrapado por las esmeraldas de su novio, viéndolo sin dejar pasar el detalle de la suave curva de sus labios, ¿qué mierda le hizo Izuku? Como fue capaz de tener ese efecto en él, con tan solo una boba sonrisa. Era la forma en que sonreía, con esos ojos llenos de una luz que Katsuki juraría que podía iluminar incluso la noche más oscura.

— Kacchan. — aquella dulce voz lo saco de su propia mente, en un susurro se pudo apreciar que era más que solo su apariencia, era la forma en que Izuku hablaba, con esa voz suave y reconfortante que tenía el poder de calmar incluso la tormenta más furiosa en el corazón de Katsuki.

Las manos de Izuku se encontraron en el rostro de Katsuki, acariciando sus mellizas, dedicándole una de sus sonrisas y sus ojos, mirándolo con adoración. 

Se sentía en el puto cielo.

— ¿Estás bien? — Izuku acerco peligrosamente su rostro al de novio, sintiendo el calor de ambos cuerpos.

Katsuki de un rápido movimiento tomo las mellizas rechonchas con su mano.

— ¿Cómo eres así?

Quitándole las palabras de la lengua a Izuku cuando Katsuki unió sus labios con los de su pareja, en un dulce beso. Inconveniente, las manos de Katsuki bajaron hasta sus caderas, acariciando la piel de su cintura. Una ola de escalofríos recorrió el cuerpo de Izuku al sentir las caricias subir y bajar por su espalda. Y pudo sentir las manos de Izuku escalar hasta su nuca, acariciándola y tocando las puntas de su cabello.

Ambos se separaron lentamente, y sin abrir sus ojos unieron sus frentes.

Sabía que tenía que levantarse, que el mundo esperaba fuera de esas cuatro paredes, pero en ese momento, todo lo que quería hacer era quedarse allí, perdido en el asombro y la admiración de la persona que tenía a su lado.

— Eres jodidamente perfecto. — murmuró Katsuki, esta vez lo suficientemente alto como para romper el silencio de la habitación.

𝙿𝚄𝙱𝙻𝙸𝙲𝙰𝙳𝙾: 𝟐𝟏 / 𝟎𝟒 / 𝟐𝟒

𝙿𝙰𝙻𝙰𝙱𝚁𝙰𝚂: 𝟕𝟐𝟎

Katsuki se anotó mentalmente agradecerle a Inko por parir tremenda dulzura 🫢 

Gracias por votar, comentar y leer. Los quiero, y muchoo 💗

Atte. Ellie.