⁴/ 𝒕𝒐𝒏𝒈𝒖𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒄𝒊𝒏𝒈

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Su semana iba como la mierda, realmente como la mismísima mierda, y que su novio se joda

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Su semana iba como la mierda, realmente como la mismísima mierda, y que su novio se joda.

No había tenido ni un solo beso en toda la semana. Ni siquiera había recibido su beso de buenos días para poder empezar bien el día, ya eso le había jodido la semana.

Sin explicaciones de la noche a la mañana, su lindo y empalagoso novio, Izuku, había estado lo suficientemente distante y cortante para que a Katsuki se le salten las alarmas.

Hace noches no dormían juntos, desde hace días no almorzaban juntos, desde hace días qué tampoco estudiaban juntos, o tampoco tenían pequeñas citas en sus dormitorios, algún parque de la zona o en la biblioteca que más que estudiar se la pasaban en una rutina de besos... su rutina de besos, el mismo Bakugo Katsuki admitiría que Izuku es el necesitado empalagoso de la relación, pero hasta él admitía necesitar entre los fornidos y bien trabajados brazos de su novio mientras recibe unas caricias en su cabello y escucha atentamente hablar a su novio, sintiendo en el ambiente notas de jazmín por el humeante té que descansa en la mesa de luz, joder que extrañaba eso, al carajo todos era un jodido necesitado.

Katsuki no era de hacerse la cabeza por nada, y menos por su relación. Llevaban dos hermosos años de una relación sana, si uno de los dos tenía problemas con algo se lo comentaban al otro y juntos le buscarían una solución. Para Katsuki le fue difícil, pero aprendió a comunicarse y expresar sus sentimientos y emociones a Izuku, encontró en él un lugar seguro, un hombro donde apoyarse y un espacio donde sabía que nunca iba a ser juzgado, su novio lo era todo para él y esa actitud tan repentina lo tenía cabeza dada vuelta.

Jamás se le pasaría por la cabeza pensar que su novio le era infiel, estamos hablando de Izuku, y su nombre lo dice por sí solo, es una masita que siente pena cada vez que se da cuenta de que mato a una hormiga, no hay chance que haya un tercero. Katsuki dejo a un lado su orgullo, no es el de antes e Izuku lo sabe, según Katsuki quien le salía humo de la cabeza camino a la biblioteca donde sabía que iba a estar su novio, sabía que estos días no había hecho algo como para que Izuku se enojara, directamente iba a confortarlo, esto de buscar razones para las que su dulce novio no lo besara a él, al mismísimo y jodido Kacchan.

Y tenía razón, ahí está la mosquita de su novio. La biblioteca estaba vacía a esa hora, era tarde como para estudiar, la mayoría ya debería estar en los dormitorios. Izuku estaba en un cómodo sillón, sentando como indio metido en su libro, tan concentrado que ni siquiera se dio cuneta que su Katsuki se acercaba a él.

En un parpadeo, Katsuki le arrebato el libro de las manos a Izuku y lo dejo en la mesa frente al sillón.

— ¿Kacchan? ¿Qué haces? Estaba leyendo. — comento extrañado por la acción de su novio. Antes de que siquiera pudiera tomar el libro de la mesa, su novio se abalanzó sobre él y lo tumbo al sillón, aprisionándolo en sus brazos.

— ¿Kacchan?

— ¿Por qué Izuku? — Dios, su nombre en los labios de Katsuki lo volvían un tomate andando, amaba como sonaba. Susurro contra el pecho de Izuku, ejerciendo más presión sobre el pecho de su Izuku con su cabeza, cuando sintió que Izuku trataba de zafar sus brazos del abrazo para pasear sus yemas sobre su cuero cabelludo, dios, eso era todo lo que necesitaba, pero no era momento de besos y mimos, quería respuestas.

— ¿Por qué que Kacchan? — pregunto dulcemente, sin dejar de mirar el cabello de su novio y sus propios movimientos.

Katsuki sin responder a su pregunta, levanto su cabeza, mirando fijamente las brillantes esmeraldas de los ojos de Izuku, quien solo en respuesta le sonrió.

— No te hagas el bueno ahora — Izuku dejo de sonreír, mientras que una amplia y picara sonrisa se le dibujó en el rostro a Katsuki —, ¿Por qué en toda la puta semana no he recibido un solo maldito beso de tu parte?

Izuku quedo más pálido que un papel, sabía que no había escapatoria.

—Solo... No te molestes. — Antes de que Katsuki pudiera formular sus palabras, Izuku le saco la lengua con una sonrisa.

Ahora era Katsuki quien estaba quieto. Una bolita negra adornaba la lengua de su novio, un piercing. No era novedad para nadie que su novio quisiese hacerse uno, y no tenía ningún problema con eso, es más, le quedaba de puta madre, pero porque nunca se lo hizo saber.

—¿Kacchan? — Las nerviosas palabras de su novio llegaron a sus oídos sacándolo de su pequeño trance. Su atenta y nerviosa mirada descansaba en Katsuki, esperando su respuesta.

Katsuki frunció el ceño y, sin decir una palabra, se inclinó para cerrar la distancia entre ellos. Sus labios se encontraron en un beso apasionado, como si estuviera tratando de comunicar con cada beso la falta que le hicieron durante toda la semana. Izuku se aferró a Katsuki, correspondiendo al beso con la misma intensidad.

Después de unos momentos, se separaron, con sus frentes apoyadas una contra la otra.

— No voy a mentir, te ves jodidamente sexy con ese piercing, pero ¿Por qué me lo ocultaste? Pudiste venir, decirme que te lo harías y te hubiera acompañado — pregunto Katsuki, acariciando suavemente la mejilla de Izuku.

— Es curiosa la historia del porqué, pero resumidamente Kirishima y Denki me retaron a hacérmelo en el momento, estábamos caminando hacia una cafetería que yo les había recomendado y cuando pasamos por en frente de un estudio de tatuajes y piercing se me escapo que yo quería hacerme uno en la lengua, y me arrastraron como locos hacia adentro, y... me lo hice. — Soltó una risilla al recordar el momento

— Por eso estuvieron tan payasitos esta semana. — Dirigió su mirada a su novio, quien lo mira expectante.

— Entonces... ¿No estás enojado? - sonrió inocentemente

—Pensé que tú eras el que estabas enojado, pero igualmente me dé vez mucho. — dijo con un ceño fruncido y una sonrisa en sus labios. — Eso no explica por qué no querías besarme.

—Sobre eso... — rio entre dientes —. No podemos besarnos con besos de lengua por un tiempo, de... cuatro a seis semanas, para que el piercing se cicatrice

— Ni de coña. — Soltó duro con el ceño fruncido

—Prometo recompensarte todos los besos, noches, abrazos y citas de esta semana, de verdad. — un poco convencido, Katsuki hundió su cabeza entre el hueco del hombro y cuello de su novio, dejando unos cuantos piquitos en su cuello, causándole soltar una suave risa a Izuku.

— Más te vale. 

𝙿𝚄𝙱𝙻𝙸𝙲𝙰𝙳𝙾: 𝟑 / 𝟏𝟐 /𝟐𝟑

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𝙿𝚄𝙱𝙻𝙸𝙲𝙰𝙳𝙾: 𝟑 / 𝟏𝟐 /𝟐𝟑.

𝙿𝙰𝙻𝙰𝙱𝚁𝙰𝚂: 𝟏𝟐𝟎𝟎.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 [𝐊𝐚𝐭𝐬𝐮𝐃𝐞𝐤𝐮]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora