Entre el mal y el bien «TRISTÁN x TN x LANCELOT

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ENCUENTRO

En el reino de camelot una pequeña lloraba por hambre, aparentaba tener unos 10 mese, era de pelo blanco acompañado de unos hermosos ojos azul claro y su piel pálida que parecía de porcelana, era tan hermosa que cualquiera que la viera pensaría que era la reencarnación de la misma Afrodita.

La pequeña se encontraba en callejón, estaba en una caja con una manta azul, la cual resaltaba aún más sus ojos.

Un joven de pelo naranja se empezó a acercar, tal vez atraído por el llanto o por mera casualidad.

Paro la caminada al ver a la pequeña, sus ojo volvieron a hacer violetas y empezaban a mostrarse brillo, el joven se acercó y cargó a la pequeña, haciendo que la pequeña parara de llorar, en los ojos de cada uno se mostraba que se necesitaban.

Y así era o eso pensó Merlin al verlos, en cambio Arthuro se disgustó al saber que tenía la sangre de múltiples razas, aún que noto que la más resaltaba era la humana, dudo en llevársela pues no era de su agrado cualquier otra raza que no fuera la humana, pero haría una excepción con ella, le daría una oportunidad y vería el modo de que sea humana el 100%.

—¿Me la llevo? —Preguntó el pelo naranja con una sonrisa

—No estaría mal rey Arthur —Le regresó la sonrisa, Merlin no era tonta, sabía que esa pequeña podría traer en si al Arthur que conoció, aquel rey amable.

—Entonces me la llevaré —Exclamó feliz, mientras carga a la pequeña

—Como le ponemos —pensó mientras miraba sus hermosos ojos azules —Ya se, Serás mi pequeña Hanae Mei —sonrió orgulloso

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—Mei —llamó a la pequeña que aparentaba 4 años, la nombrada corrió a la dirección de su padre muy alegremente.

Su padre la recibió con un gran abrazo, ya había terminado una misión y como le había prometido a Mei irían al mundo en el cual se le había prohibido salir.

—Ya vamos papi —Dijo torpemente mientras giraba de la emoción

—Mei no gires tanto o te vas a marear — advirtió su padre mientras intentaba colocarle una capa.

—Okas —paro repentinamente haciendo que su padre caiga.

—Ahh

—Papi, ¿estás bien? — preguntó muy preocupada al ver una mancha de sangre en la cara de su padre.

La pequeña se acercó y posó su mano en la herida, emanando una luz blanca la cua curó la herirá de su padre.

—C-como —dijo sorprendido, pero recordó que estabas bendecida con la sangre de todas las razas, eso lo aterró, que pasaría si despiertas esos poderes pensó Arthur preocupado.

—Perdón papi —sollozo por haberle ocasionado una herida.

—No te preocupes cariño —suavizo su mirada, teniendo todo claro, cuando descubras tu poderes te ayudará a controlarlo y hacer que hagas el bien, así que tenia que ir a hablar con Merlin. —Perdón cariño, pero hoy se cancelará la salida, papá tiene que ir a hablar con tu tía