Capítulo 36: Baile de Invierno

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Eider

El puchero de Rex me hizo imposible negarme y terminé aceptando.

Acepte pasar mi tarde de viernes y parte de la mañana del sábado en ayudarle al comité y al consejo con las decoraciones finales del baile de invierno. No era un trabajo demasiado extenuante, pero logró hacerme sudar estando en pleno invierno.

Gracias al cielo, la ayuda extra que Rex había conseguido, logró que regresará a casa con tiempo suficiente para que Hannah me ayudará a arreglarme.

—Elige un tono —colocó su colección de labiales frente a mí—. Yo sugiero uno discreto para que vaya acorde con el vestido.

Sonreí nerviosa al mirar los diferentes tonos; aunque el color y los tonos era algo con lo que estaba familiarizada por el arte y el dibujo; no entendía mucho del maquillaje.

—Lo dejaré a tu elección.

Hannah me dedicó una sonrisa y negó un par de veces.

—Mejor ve a ponerte el vestido primero y dejaremos el labial para el final.

El vestido que Hannah me había hecho era precioso, era lo bastante sencillo como para que me sintiera cómoda, pero seguía teniendo ese encanto que me hacía sentir una princesa. Especialmente por el tono rosa.

—Toma —Hannah me tendió una pequeña bolsa de mano—. Es tu regalo de Navidad adelantado; mira adentro.

Abrí la bolsa con cuidado; encontrándome con cosas de maquillaje. Abracé a Hannah con cariño; era mi primer kit de maquillaje. La única pieza de maquillaje que me pertenecía era un brillo de fresa; aunque era más un bálsamo que un labial. Así que cada vez que quería usar maquillaje; tenía que rogarle a Hannah que usará algo de su colección en mí.

—¡Eider, Greg y Zia ya están aquí!—gritó mi madre desde la planta baja.

No era la primera vez que iba a un baile de estos; pero mi papá siempre suele ponerse sentimental y termina llenando la memoria de su cámara con fotos de mí. Mamá, solía decir que era un cursi y que posiblemente no pensaría lo mismo cuando tuviera una cita formal.

Llegamos al gimnasio una hora después, y el lugar estaba ya estaba casi lleno.

Ya tenía una idea de lo bien que se veía el lugar, porque había participado en la decoración; pero aun así, me sorprendí al verlo. La iluminación le daba un toque precioso. Mi mirada se paseó por cada rincón, hasta que se detuvo en un punto, o más bien una persona.

Jared se veía realmente apuesto, enfundado en ese smoking negro que seguramente contrastaba con sus ojos. Le dediqué un leve saludo cuando nuestras miradas se encontraron, y este me devolvió una sonrisa que hizo que mi corazón diera un vuelco.

—Creo que si lo impresionaste —susurró Greg en mi oído.

Negué, alejando esa absurda idea de mi mente.

—No digas tonterías— mi mejor amigo me miró con una ceja enarcada—. ¿Qué?

—Nada, es que juraría que tu vestido y su moño son del mismo color. Es como si se hubieran combinado.

Baje la mirada hacia mi vestido, y luego la regrese hacia donde estaba Jared mirándome. Tal como Greg había dicho; parecía ser del mismo tono que mi vestido.

—Es una simple coincidencia; seguramente el vestido de Lisa es...

—¿Azul?—interrumpió señalando a la rubia al lado de Jared.

Por supuesto que usaría azul; ese color la hacía resaltar esos ojos penetrantes con los que ahora me examinaba. La culpabilidad volvió a instalarse en mi pecho; tenía que mantenerme a raya si quería que mi promesa fuera sincera.

First Love | First #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora