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Holaaaaa, antes de entrar, weno, me puse a releer esto y caí en cuenta de que habían bastantes errores, y me disculpo, y tampoco tengo excusas, entre a clases y estoy más concentrado en el liceo y dejé de lado escribir, aparte que por temas solo me conecto cada doce días, me animé a escribir un poco hoy entonces les dejaré esto y moriré quien sabe cuanto tiempo más, esta cortito, perdón.

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Apenas entreabrió los párpados, una punzada aguda de dolor se apoderó de su cabeza, haciendo que emitiera un quejido audible, lo que atrajo la atención de su compañero, cuyos ojos se posaron en él con preocupación.

—¿Necesitas algo? —preguntó con tono ansioso.

—Por favor... —susurró, con la voz apenas audible entre el malestar.

El pelirrojo salió de la habitación en busca de algo que aliviara el malestar del rubio. Mientras tanto, risas resonaban en la sala con una fuerza inusitada. Se asomó y divisó un frasco de pastillas; se dirigió hacia ellas y leyó la etiqueta del envase.

—¡Ey, Axl, mira lo que encontré! —gritó el ruloso, llamando la atención del pelirrojo, quien se acercó a ellos y su mirada se desvió hacia la pantalla de la televisión que estaba encendida.

Era él mismo, de último año. Reconoció al rubio, un chico de otra clase que solían utilizar para sus juegos cuando eran más jóvenes. Recordó la vez en que le jugaron una broma cruel, haciéndole creer que era correspondido en su amor por Axl, y terminó empapado en pintura, humillado frente a las cámaras y abandonado.

Una risa escapó de los labios del pelirrojo, aunque aún se sentía culpable por aquella época. Sin embargo, la nostalgia y la ironía del momento le arrancaron una sonrisa involuntaria.

—Ese chico me resulta familiar —comentó Steven, mientras Axl lo miraba incrédulo y soltaba una carcajada.

Cuando volvió la vista, vio a Kurt observando la pantalla con horror. Reconoció la escena al instante, y ver cómo Axl y los demás se reían de aquel incidente le provocó una punzada en el pecho.

El pelirrojo le ofreció el frasco de pastillas, pero Kurt retrocedió, con una mirada cargada de odio, y salió de la habitación de un portazo, dejando el silencio tras de sí.

—¿Está en sus días? —bromeó Duff, que estaba junto a los chicos. Axl le lanzó una mirada fulminante y salió tras Kurt.

—¡Kurt! ¿Qué sucede?, te traje las pastillas. —

El rubio únicamente abrió la puerta para tomar el envase, aún así el otro aprovecha para forzar la entrada.

El rubio no puede hacer nada ante eso, sus delgados brazos no tienen la fuerza como para evitar a Axl.

Los ojos oceánicos estaban un tono rojizo, lágrimas se habían desbordado de aquellos.

—Hey.. ¿Qué pasa? —pregunta con preocupación.

El rubio lo aparta y se lanza en el colchón.

Inevitablemente el otro se acerca y se sienta a su lado.

El rubio realmente se veía afectado en eso. Pero ¿En qué le afecta que hayan molestado a alguien en secundaria? Vio sus ojitos cargados de tristeza, rencor, acuosos, y se le estrujó el corazón.

Rodeo al otro con sus brazos y sintió como su hombro era empapado con sus lágrimas

—Creí que habían dejado eso atrás.. —

El ojiverde ajeno a las palabras del rubio lo miro, con incredulidad.

—¿Puedes llamar a Izzy? —le pidió con la voz quebrada, fue inevitable negarlo.
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Apenas el azabache salió de la habitación les lanzo una mirada fulminante al grupo.

—¿Han visto a Dave y a Krist?, necesito que alguno nos lleve. —vocifero, en una mirada que no expresaba nada.

—Yo te puedo llevar. —responde Michael, Izzy lo mira un par de segundos y termina por asentir.

Su corazón dolido provoca que no sea capaz de mirar la figura del pelirrojo cuando paso por la sala de estar, su mirada gacha, la atmosfera se sentía tensa entre ambos.

El teñido tomo las llaves y encendió el auto, ambos se subieron en los asientos traseros, los sollozos del rubio natural era lo único que llenaba la atmosfera, recargado en el hombro de su nuevo amigo, quien lo consolaba y le repetía que todo estaría bien.

Los sollozos comenzaron a calmarse, y ahora lo que llenaba el espacio era un silencio incomodo, el auto freno, el teñido volteo su mirada al pelinegro, este le dio una leve sonrisa sin brillo y se bajo junto al rubio, quien estaba más tranquilo respecto a lo anterior.

—Fue una exageración... Perdón por hacerte venir hasta aquí. —Le dice ya con la voz más tranquila, ambos tomaron asiento en el pasto húmedo, Izzy le sonrió, e inclino su cabeza, recostándose en su hombro.

—No molestas, lo sabes, cuéntame, ¿Qué había sucedido? —levanto su cabeza, dándole toda su atención al rubio

—Ellos son iguales, no entiendo, intente superar todo, pero... No se, todo es una ridiculez, simplemente me cuesta olvidar las cosas. —suspira, el otro alza una ceja, sin comprender

—Cuando iba a preparatoria, Axl era quien me hizo pasarla muy mal, siempre había guardado rencor por eso, pero ahora que tengo que verlo los próximos treinta días intente forjar una buena relación con él —toma aire—, me había extrañado porque Axl tardaba mucho en traerme pastillas, cuando lo fui a buscar los vi riéndose de un video donde yo era el primer plano de una burla hace unos años, me sentó muy mal..

Izzy asiente, comprendiendo el porque se había sentido así, su mirada queda plasmada en algún punto fijo de por ahí, reflexionaba acerca de todo y de nada, no tenía las palabras adecuadas para el momento, pero no importaba, no eran necesarias, Kurt estaba bien con su compañía.

El tiempo paso, y paso, el cielo despejado, se tornaba oscuro, las aves se iban, y el trafico comenzaba a disminuir, era hora de volver, estuvieron casi media hora esperando a que algún colectivo les hiciera caso, pero al final lo lograron.

El cielo estaba oscuro cuando al fin llegaron, las luces de la casa estaban apagadas, y todo estaba en silencio, a excepción de una habitación, de la que provenían risas, Kurt se dirigió a su habitación correspondiente, y el pelinegro por su lado, entro a la habitación que por su parte le correspondía, se encontró con una imagen no muy agradable, tomo sus cosas, y se fue a acostar al sofá, tiritando por el frio que abundaba en la noche

El rubio apenas entro, fue sorprendido con la imagen del colorado, estuvo esperándolo todo el día, lleno de angustia, al entrar en esa habitación fue como entrar a un interrogatorio, por supuesto, sin recibir una respuesta a cambio, solo se vistió y se incorporo bajo las sabanas para así cerrar sus ojos

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⏰ Última actualización: Sep 28 ⏰

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𝔉𝔞𝔫𝔱𝔞𝔰𝔦𝔢𝔰 ◍ 𝔎𝔲𝔯𝔱𝔞𝔵𝔩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora