Charlotte se une al club

4 1 0
                                    

El sonido de la taladradora me está volviendo loca. Así es imposible tocar el violín.

- Estoy deseando qué se acabe la obra- me chilla Amelia

- ¿QUÉ?


No oigo nada. Con todas las habitaciones libres qué hay, James ha elegido la habitación de mi derecha, maravilloso, seguro qué lo ha hecho para fastidiarme. La habitación de al lado de la de mi hermana, ahora está habitada por Charlotte, pero no creo qué le resulte molesto, parece qué se llevan de maravilla, yo, debo admitir qué es bastante maja pero nada de otro mundo.

- Hola chicas, siento interrumpiros pero hay qué ir a comer.

- ¿QUÉ?


Agatha nos dice por gestos que vayamos a comer, algo qué nos parece bastante gracioso. La seguimos hacia el comedor y nos encontramos con qué todos ya están sentados. Charlotte al parecer es vegetariana, porque ella tiene ensalada y nosotros bistec. Cuando terminamos de comer, subimos a la habitación. El sonido de las obras ha cesado así qué me tumbo en mi cama y me quedo dormida. Las obras me despiertan y veo qué me he despertado un minuto más tarde de lo previsto. Elijo la ropa qué me voy a poner. Cómo hay reunión del club, me pongo un vestido azul ocn un lazo a juego. Bajo corriendo, mi hermana ya está preparada para irse pero gracias a dios ha decidido esperarme, no cómo otras veces.

- Blair, ¿Cuando vas a dejar de ser tan impuntual?- dice mi hermana de los nervios

- Hola Charlotte- digo ignorando a mi hermana - ¿vas a venir con nosotras?

- Mi madre dice qué tengo qué hacer amigas así qué se me ha ocurrido ir con vosotras.


Charlotte va a venir a la reunión mensual qué hacemos con nuestras amigas. Bueno, no me parece mal lo de que haga amigas, pero, ¿tenían qué ser las nuestras?

Llegamos a la limusina y el chofer nos abre la puerta, el camino transcurre silencioso cómo siempre. Llegamos a una gran casa donde nos esperan Victoria y Lilith en la puerta. Entran en la limusina y hacemos la última parada: La casa de campo de Rebecca. Es inmensa y casi siempre estamos solas en ella.

- ¡Hola chicas!- nos chilla Rebecca mientras su vestido morado y su pelo pelirrojo se ondean con el viento. Parece una princesa de cuento.


Salimos rápidamente del coche con nuestras cestas de mimbre llenas de fruta y tartas, pasamos por una pequeña puertecita hasta qué llegamos a un jardín con una manta, algunos cubiertos y una tetera con unas mariposas talladas.

- Chicas, cómo ya habéis visto, hoy se nos ha unido mi hermanastra Charlotte- dice mi hermana.


Las chicas parecen encantadas con la idea de tener a alguien más en el club. La tarde transcurre con total normalidad: Rebecca trae una tarta de fresa qué está deliciosa, hablamos de la nueva colección de bolsos de Hérmes y cosas por el estilo. Charlotte es bastante extrovertida y se ha amoldado bien al grupo.

- Oye Blair, he oído qué están haciendo obras en vuestra casa -me dice mi mejor amiga, Lilith.

- Pues sí y es muy molesto- digo mientras cómo una tartaleta de manzana.

- Y dicen qué tenéis un hermanastro muy guapo- sugiere mi mejor amiga, siempre está buscando un ligue nuevo.

- ¡Eh, qué es mi hermano!- protesta Charlotte molesta.

- Pues mejor, estoy deseando qué nos lo presentes- contesta mientras pone una de sus caras pícaras.

- No os lo recomiendo, es un incordio.- digo mientras recuerdo el día de la boda- sin ofender Charlotte.

- Tranquila, tienes toda la razón- contesta y todas se ríen.


Justo en ese momento llega el chofer y nos indica qué es hora de qué nos marchemos, lo bueno es qué tengo el permiso de mi padre para qué nos quedemos a dormir en casa de Victoria y Lilith, pero solo sí nos llevábamos a Charlotte también. Nos despedimos de Rebecca y montamos todas en el coche. Nos bajamos en casa de nuestras amigas, no es tan majestuosa cómo la de Rebecca pero sigue siendo una mansión. Cogemos las mochilas que hemos preparado con antelación y nos preparamos para la mejor fiesta de pijamas del mundo.

Las hermanas LandspellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora