La excursión

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- Buenos días chicas, preparaos rápido qué teneis un coche esperándoos fuera.- nos dice Dorothy mientras nos quita la manta de encima y la dobla.

Me extraña que Charles, el mayordomo haya madrugado tanto para recojernos. Desayunamos a toda prisa y cuando salimos al jardín principal nos damos cuenta qué en vez de la limusina a la que estamos acostumbradas hay un coche rojo descapotable. Dentro está Agatha, con unas enormes gafas de sol, y un chico enfurruñado en la parte de atrás. Lilith ve a James y finge desmayarse, qué exagerada.

- Venga chicas, entrad en el coche- nos anima Agatha.


Nos despedimos rápidamente de todas y entramos en el coche. Charlotte se sienta en la parte delantera y nosotras nos quedamos atrás, me ha tocado sentarme en medio, es asfixiante. Espero qué el viaje no sea muy largo, porque es bastante obvio qué no vamos a ir a casa, no sé si a nuestro padre esto le parecerá bien. El trayecto, gracias a dios, es bastante corto, no tenemos ni idea de a dónde nos dirigimos aunque las vistas nos dan una pista. Tras aguantar los constantes empujones de James, aparcamos el coche a unos minutos de nuestro destino: la playa. Agatha nos pide amablemente qué le ayudemos a sacar algunas cosas del maletero. Ni siquiera sabía qué había una playa por aquí cerca. Amelia parece encantada con hacer algo normal por primera vez, sin lugares V.I.P. ni mayordomos que nos lleven las cosas. Yo, por otra parte, rezo para qué la prensa rosa no se entere de qué estamos aquí. Agatha se ha tomado la molestia de comprarnos un bikini a cada una. El de mi hermana es morado con unos volantes amarillos en las mangas y el mio es amarillo con los volantes morados.

- Son horribles- le susurro a mi hermana.

- Hay qué ser amable con Agatha, está intentando pasar tiempo con nosotras.

- Eso lo dices porque te ha tocado el bonito.

- Vale, te lo cambio pesada.


Nos metemos en los cambiadores de la playa y me visto. Al salir, veo que a mi hermana el bikini le queda estupendo. ¿Cómo es posible qué todo le quede bien? Nos acercamos a las toallas donde está Agatha, qué lleva un bikini igual de rojo qué el coche, está guapísima. Charlotte lleva un bikini igual qué el nuestro, pero rojo con volantes azules, y James, como no, lleva un bañador azul, con flores hawaianas rojas. Es bastante atractivo pero es un idiota, y eso le resta puntos. El resto de la tarde pasa con normalidad, lo qué para nosotras es algo nuevo. Agatha ha traído frutas y bocadillos para comer, incluso una pelota de voleibol. A mi hermana se le da de maravilla, estuvo en clases con Victoria hace un tiempo. Charlotte y James también se defienden bastante bien, yo en cambio, tengo dos pies izquierdos. Los Wright (mis hermanastros) van ganando por dos puntos. No puedo más, me duelen los brazos porque el bruto de James creo que intenta matarme a balonazos. Al final no podemos acabar el partido porque se pone a llover, algo muy común en Inglaterra.

Las hermanas LandspellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora