Capítulo III

164 27 3
                                    

Hyewon se despertó sintiéndose pesada a la mañana siguiente. Su corazón se sentía apesadumbrado. Sentía la cabeza pesada. Podía sentir esas dudas y sospechas que había pasado tanto tiempo tratando de reprimir ahora arremolinándose en su cabeza.

Ni siquiera quería levantarse, silenció la alarma y volvió a dejarse caer sobre la almohada con un gemido. En este punto, estaba segura de que Lucas le había contado todo a Xiaojun, lo cual tal vez era algo bueno, pero Hyewon no quería lidiar con sus disculpas o excusas en ese momento. Solo quería estar sola.

Pero, por supuesto, eso no podía suceder, ya que solo unos segundos después, llamaron a su puerta.

— Entra. — gritó con un suspiro y se incorporó cuando la puerta se abrió.

—Buenos días, nena. — Xiaojun dijo con una sonrisa tímida, llegando a tomar asiento en el borde de su cama.

—Hola. — Ella refunfuñó, sin saber muy bien qué decir.

—Quería disculparme por lo de ayer... —Él empezó a decir en voz baja mientras ella dejaba escapar un suspiro. —No lo olvidé, lo juro. Estaba tratando de organizar algo, pero surgieron algunos problemas con tu regalo. — Dijo, Hyewon no detectó la mentira.

— ¿Qué?

— Sí. Yo... Ten. — Sacó una cajita de detrás de su espalda y se la dio. —Esto llegó tarde, así que no lo tenia conmigo ayer. Debería haber sido sincero contigo sobre todo, pero espero que me dejes compensarte hoy.

Ella le quitó la caja, abriéndola lentamente para ver un pequeño collar en su interior con un dije cuadrado colgando de él. Al leer la caja, era un diamante blanco. Ella sonrió, inclinándose para darle un beso rápido.

— Gracias, Junnie. — Dijo con una sonrisa. —Y, por supuesto, dejaré que me lo compenses.

Dejó escapar un suspiro de alivio, dándole un fuerte abrazo antes de soltarla.

— Está bien, prepárate. Nos vamos en una hora, ¿de acuerdo? Sin embargo, nada demasiado elegante, hoy se trata de diversión. — Dijo emocionado antes de salir de la habitación.

Esta suspiró mientras su puerta se cerraba, incapaz de ocultar la enorme sonrisa en su rostro.

Sabía que podía contar con él.

Con una energía renovada, salió disparada de la cama y comenzó a prepararse para lo que fuera que Xiaojun tenía reservado para ella.

***

La llevó por toda la ciudad. Comenzaron en su café con perros favorito, ella siempre había querido tener un cachorro. Después de pasar una hora más o menos jugando con las adorables criaturas, la llevó a una sala de juegos donde su plena competitividad salió a relucir en todo su esplendor.

Ahora estaban en una feria, después de haber montado un montón de montañas rusas y ganado muchos peluches, y finalmente se sentaron en la rueda de la fortuna para terminar su noche.

— Gracias por esto, Junnie.— Dijo Hyewon cuando la rueda comenzó a moverse, dándoles un poco de vista de la ciudad. —Este fue quizás el mejor día de mi vida.

—Me alegro.— Dijo con una sonrisa, inclinándose para darle un beso. —Este ha sido un año increíble contigo.

—No lo cambiaría por nada del mundo. — Dijo asintiendo con la cabeza.

—Será aún más espectacular el año que viene.

—¿Por qué? —preguntó ella, volviéndose para mirarlo.

𝗖𝗢𝗟𝗢𝗥𝗦;ˡʲᶰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora