Este Fanfic estará medio raro y fuera de lo que tiendo a escribir, así que tengan algo de paciencia si llegara a no captar las personalidades de Alastor y Vox.
El contenido será:
-Un par de demonios gays
-Incluyendo su pasado como amigos y en la act...
Cómo habían acordado, los dos demonios, se vieron más y más a menudo, incluso llegando a tener reuniones en dónde se la pasaban riendo y sonrientes por la presencia del otro, claro que, dicho ambiente no eran concientes nadie más y las paredes que los rodeaban, ya que si bien habían retomando su amistad, no sentían necesidad de que todo el infierno se enterará de sus visitas. Vox traía regalos cada tanto, y quiso llevarle un teléfono a su buen amigo pero, necesitaba estar seguro de que este no lo rompería en cuanto lo viera o que siquiera sabría usarlo ya que bueno, por todos los anillos en el infierno, hablaba del mismísimo Alastor, el demonio que no aceptaba una tecnologia de mas alla de su epoca, vaya anciano y anticuado. Aunque...amaba al bastardo; por más que en su corazón deseara decir que no a ese sentimiento, era algo imposible tratándose de aquel pelirrojo, anhelaba el día que pudiera decirle sobre sus sentimientos pero, temía que la amistad que habían retomado, se desmoronara en un abrir y cerrar de ojos, por lo que era difícil para él arriesgarse a perder esa segunda oportunidad de una forma tan "estúpida" como creía.
Vaya que para ser alguien del que muchos creerían su ser está construido a base de cableado, engranajes y demás, era bastante sentimental; puede ser que algun dia las cosas se den como el lo desea pero por ahora tendría que conformarse con resistir ese anhelante deseo para si mismo. Volvió a sus pensamientos iniciales, ¿Por qué diablos se había puesto reflectivo y tan romántico solo por un teléfono?, Nono, tenía que concentrarse, ya casi era el día de su cita y no podía ir tarde, ¿que clase de– NO!, no es una cita, es una reunión y debía parar con esos pensamientos tan intrusivos y cursis o iba a estar así todo el día y sin hacer nada. Aunque quizás si le compraba uno de esos teléfonos de sus épocas, podía ser lo aceptará, si, quizás funcionaría, y más si poco a poco le iba introduciendo a las nuevas tecnologías, se acostumbraría a ello y no rechazaría un dispositivo moderno nunca más.
—Vaya que eres listo Vox– pronunció en voz alta para si mismo, solo que Velvet lo vió en su escena y mejor decidio retirarse hasta que el abuelo tomara sus pastillas para la esquizofrenia, o al menos eso opinaba ella. La mas joven entre los Vee's.
Vox tenía algunas cosas guardadas de épocas diferentes en la tecnología, las usaba mayormente para analizar engranajes o cosas por el estilo, pero no quería fuera solo un teléfono cualquiera, así que puso manos a la obra en su siguiente gran meta empresarial (una excusa que invento para no ser interrumpido en las siguientes 12 horas).
Estaba dando los toques finales a tal aparato, incluyo un diseño de cornamenta de venado, además de toques de color rojo, emulando el de su cabello además de ligeras tonalidades mas a sangre fresca con barniz para hacerlo ver al estilo de su peculiar amigo, conocía sus gustos especiales por el venado y quería que dicho artefacto fuera algo muy especial, un detalle que no le entregaría a cualquiera y que tampoco deseche a la basura, se aseguro de dejar un compartimiento para que el mismo demonio de la radio revisara dentro sin problemas, no puso nada fuera de la epoca de ese teléfono, claro que reparo piezas y las actualizo solo un poco. Pero no quería ver su obra destruida a causa de la paranoia del ajeno. Si es que era paranoia...
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