❝¿Cuál es el problema? No lo sé, tal vez estoy enamorado❞.
Porque abril es el mes donde los 'te quiero' conllevan un roce de piel y palabras dibujadas en los labios.
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ɞ┊Info┊ʚ temática ⇢ football universe etiqueta ⇢ romance shipp ⇢ fedri ferran torres y pedri gonzáles
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❝Maybe I'm in love❞
Pedro considera que no puede encasillar su vida como 'fácil' o 'difícil'. De hecho, tampoco es algo que trate de hacer, sabe que hay aspectos más simples que otros.
Entonces, no está seguro de cómo describir una situación que se ha presentado en su día a día de manera espontánea. Con Eric en el Girona, supone que tiene sentido ser el blanco de ese tipo de bromas de Ferran, pero no puede evitar preguntarse si, en realidad, Torres bromeaba así con García.
Puede sentir la mirada de Pablo sobre él, ambos están sentados a orillas del campo, descansando, mientras ven a sus compañeros aún moviéndose en el centro.
—¿Aún sigues pensando en eso? —pregunta Gavi.
El sevillano adopta una posición más relajada: apoya los brazos tras su espalda y extiende las piernas; en tanto Pedro se encoge debido a la pregunta.
—¿Crees que solo le guste joder? —tantea Gonzáles, tratando de no sonar preocupado porque no quiere estarlo.
—Pedri, algunas veces eres tan... denso —dice Pablo después de varios segundos en silencio, consiguiendo que Gonzáles voltee a verlo.
¿Qué significaba eso? Pedro no tiene ganas de pensar más y Gavira, como no suele ser, se va por las ramas. ¿Qué clase de ayuda es esa?
—Y tú eres tan irritable —musita en respuesta, con el ceño fruncido.
—Bueno, descúbrelo solo.
Pablo se pone de pie tras decir aquello. Pedro nota que el menor no está molesto con él, lo sabe por el guiño poco perceptible que le da antes de irse. Sin embargo, su incomodidad crece al considerar que hay algo que no descifra y Gavira no le dice.
De pronto, percibe a alguien más frente a él, alza la vista y se encuentra con la sonrisa socarrona de Ferran. El delantero tiene el ceño levemente fruncido por el sol de media tarde, su piel se halla de un tenue color rosa y parece brillar, quizá a causa del sudor.
Resplandeciente, piensa casi de manera instantánea. La sonrisa del mayor crece y Pedri no está seguro de en qué momento le correspondió el gesto.
—Ya sé que luzco increíble, Pepi, pero...
La voz del valenciano se corta cuando Pedro lo golpea en las piernas —que es lo primero que alcanza— y le dedica una mirada desdeñosa, para luego ponerse de pie. Torres se ríe burlón, como si disfrutara la reacción que obtiene de él.
Pedro aún a la distancia puede oírlo llamándolo, mas ya no considera la opción de regresar a escucharlo. Que se jodan, él y sus bromas.
