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Me encontraba matando a los parásitos skibidi, escuchando a todo volumen mí álbum favorito. Desde 'Tears for fears, Everybody wants to rule the world' hasta 'Smooth Criminal de Michael Jackson', movía mí cuerpo al son de la música. Mientras acuchillaba u baja la palanca de los retretes, los cuchillos que me regaló mí hermano dark. Me eran muy útiles, aunque aveces me lastimaba por accidente. Los sabía manejar bien, podría decir que soy el tercer Speakerman que maneja armas blancas a la perfección.

Esta guerra a sido a largo plazo, me gustaría que algún día terminará. Algunos de mis hermanos cambiaron gracias a este guerra, somos muy pocos que seguimos siendo los mismos de antes......Se que nuestro optimismo no ayuda en nada ahora, pero. Al menos, alegramos algún que otro camarada cuando ya no puede más.

—Nos vemos en el infierno, idiota.— Le baja a la palanca.

Pronuncié al retrete, les agarré un odio profundo a esos malditos cobardes. Pusieron en contra nuestra en su "propia voluntad" a mis hermanos, compañeros y a mí mismo padre. Fui controlado por uno de esos parásitos y ahora que soy libre, me desquito con todo lo que tengo con ellos.

Lo que más me encanta, es su patética cara que ponen antes de ser aniquilados en mis propias manos. Viendo como su sangre resbalaba lentamente hasta el piso mientras sus almas abandona su cuerpo, es increíble de ver.

Sus gritos, súplicas y como se retuercen buscando por piedad........Me es tan poético, una verdadera obra de arte......

Mire como algunos compañeros y mis hermanos, empezaron a marchar hacia otro lado. Así que, enterré el cuchillo en aquella cabeza. Metiendolo a profundidad y dejando que se llenarán bien del rojizo contrario, al asegurarme que estuviera bien pintado. Lo saque y con tranquilidad empecé a caminar hacia una pared de edificio, al llegar con cautela. Comencé a 'grafitiar' en ésta, la misma sangre me ayudaba y al terminar de mí obra. Dejé mí marca de agua o mejor dicho, mí autógrafo 'artístico'.

—Perfecto.—

Dije en voz baja, admirando mí creación. Un pequeño conejo, degollado por un coyote y mis letras con el nombre '☆Alex005☆'.

Suspire un poco y me volteé, sin embargo. Choque con alguien, al mirar al frente. Note que era un Cameraman, quien solo observaba en silencio mí hazaña.

—Hola, disculpa. ¿Se te ofrece algo?.—

Pregunté despacio y tranquilo, guardando mí arma en su lugar.

Aún escuchó esos gritos a lo lejos, ¿Cuánto más te dolera?. Patético es verte llorar, solo reírte cual maniático, te hará bien, que dirán o que sabrán, solo sus suspiros escucharás, su sangre derramarse hasta hacer charcos que serán pisados por los demás sobresalientes valoradores, solíamos ser somos muchos y ahora quedaremos muy pocos.

Me encontraba en uno de los tanques de desinfección, siendo uno de vigilancia mientras veíamos al titan CamaraMan con el ser mas patetico,si, 'El destapacaños', alguien mejor que todos, ser patético que cree que morir es una enorme hazaña, solo lade la camara y seguí el camino sugerido mientras veía a mi alrededor, todo lo que era una masacre amigos y colegas muertos, aunque varios lloraban yo solo robaba sus armas entre mis manos, existía la perpectiva de matar solo en ver el temor en mi enemigo es algo. ¿Bueno?, na yo solo deseo beber su sangre

Caminaba cuidando el tanque, haste ver lo que era varios toilets, garre una hacha en mis manos y con la velocidad, fue necesaria para correr hasta donde este y empezar a desmenbrar sus cabezas, abrirlas y ver ese liquido de rojo vivo salir, solo pude sentir el más maravilloso placer de ver ese color.

Lleve el cuerpo de varios toilets y con eso empeze a abrir sus cabezas, viendo sus cerebros, ojos, huesos extensos y empezar a beber toda la sangre de los mismos mientras sentia el delicioso sabor de sangre fresca, al acabar tire escombros sobre estos y así escondí este perfecto festin.

Contigo Siempre Será Mejor TOMO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora