4

117 9 0
                                    

—Descansa, mí amor.—

Reí levemente mientras me acostaba comodamente para dormir, a lo que solo me dormí. a la mañana siguiente me levanté temprano y noté que los Speakerman's junto a los Cámaran's, parecían bebés de forma ¡literal!. Me altere y llamé a los científicos para que vieran lo que pasaba.

—¡C-c!, ¡ayuda los toxicos!.— Grite.

—¿Qué paso?.— Me respondió C-c.

—¡Ven a ver!.—

Cuando llegamos, noté que el speakerman cargaba a uno de ellos mientras el resto jugaba cerca de él.

—Bueno, esto es nuevo.— C-c.

El científico saco al speakerman y dejó a los bebés en la celda mientras éstos empezaban a llorar.

—¿Qué haras?.— Pregunté.

—Ayer realicé copias de la cura, así sacarán a uno por uno, para inyectarles ésto. ¿Entendido?, quiero hacer pruebas para quitar su toxicidad.— Me explicó C-c.

Me desperté y miré que no estaba en mí colchón, mis recuerdos de ayer inundaron mí mente.

Me levante de inmediato y miré a mí alrededor, quedando en shock por muy breve. Me agaché y recogí a algunos, sentándome en medió de todos y colocandolos a mí alrededor.

¡PERO, ¿QUÉ MIERDA A PASADO?!.

Pensé alterado, sin saber que hacer. ¿Porqué estaban así, se quedarán siempre así?. Carajo, esto era grave.

Salí de mis pensamientos y noté que mí pareja venía hacia mí, hecho rabieta. Yo asustado me quedé en dónde estaba, me sentía más seguro ahí.

♤—¡Tú y yo tenemos que hablar, te veo en veinte!.—♤

No pude decir nada, solo me quedé ahí sentado mientras temblaba. Acariciaba a un pequeño y me tranquilicé, respirando profundamente y pesadamente.

Después de unos minutos, el camera regreso y no vino solo. Me sacaron de ahí y enseguida el scientist explicó lo que tenía que hacer, yo no muy convencido acepté.

Me di la media vuelta y empecé a caminar sin ánimo alguno, ahí en el pasillo, no tenía muchas ganas de llegar a mí destinó.

Noté que mí pareja se iba, a lo que solo cargue a un pequeño speakerman, el cual al inyectarlo empezó a llorar, haciendo una onda fuerte, alterando al resto, noté que mí pareja regreso y la mayoria de bebés se fueron con él.

—Que malos, él de buena y yo el malo.—

Escuché que se reía leve, a lo que solo ladee la cámara para luego verlo y decirle que ayudase con esto.

—Bien, yo lo inyecto y tú los calmas.—

Tardamos un rato pero al final lo logramos, fueron muchos. Pero, valió la pena. Al estar calmados, empezaron a mover todo lo que veían, tocaban tantas cosas que costaba un poco mantenerlos quietos.

—Pronto veremos como hacerlos crecer, cuidenlos mucho.— Me pidió C-c.

—Descuida, lo haremos.—

Noté que mí pareja se sentía algo mal, a lo que senté junto a él y lo abracé, le sonreí y cuando sentimos una ola de niños calló sobre nosotros.

—Bueno, ¿ahora cómo los cuidamos?. Escuchó toda idea.— Preguntó mirando al contrario.

Al llegar a mí destino, vi a mí pareja. Estaba hecha una furia, me agarro del brazo lastimandome un poco en el proceso. Arrinconandome contra una pared y mire a su lente.

Contigo Siempre Será Mejor TOMO 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora