Mala Idea.

507 36 0
                                    

- Solo debemos seguirlos Sara y si no es peligroso los invitaremos a Alexandria. Llevo días pensando en eso, Deanna lo sabe y está de acuerdo. - Aaron era una buena persona, se había hecho amigo de Sara en cuanto la chica llegó a Alexandria. Conocía la historia de la chica y la había tomado bajo su protección lo que los llevó  a convertirse en casi familia y a salir de expedición juntos. Al principio Eric, el novio de Aaron se unía a ellos pero Sara no se sentía segura de dejar a su familia, a veces por días solos y Aaron tampoco quería arriesgar al amor de su vida por lo cual ahora solo salían ellos dos con la esperanza de reclutar más personas que los ayudaran a mantener la comunidad a salvo. Personas que supieran como pelear y manejarse en el mundo de ahora pues hacía casi tres años que el antiguo mundo había desaparecido y los muertos comenzaron a caminar sobre la tierra arrasando con todo. Una mordedura, un simple rasguño podía matarte y si lo hacia, volverías a la vida siendo apenas un cascarón vacío de lo que fuiste antes y jamás te  detendrías. Siempre caminarías de un lado al otro buscando a quien devorar, sin descansar, ni dormir, sin sentir. Era un terrible mundo en el que vivir y cada vez se hacía más difícil por eso Sara estaban tan agradecida con esa gente que le abrió las puertas de su comunidad y les dió un nuevo hogar seguro.

- Si pero son demasiados, ¿cómo sabremos si son realmente buenas personas? - le preguntó mientras manejaba la gran casa rodante que llevaban para no dejar a tras a nadie pues Aaron se había topado con aquel grupo en una salida y eran muchos para ir solo con un auto. El hecho de que llevarán un bebé con ellos fue lo que lo terminó de convencer de intentar ayudarlos pues no podían ser malas personas si andaban con un niño, casi adolescente y una pequeña de nomás de un año.

- Por eso los seguiremos y escucharemos porque a pesar de que le parezcan buenas personas, no estoy dispuesto a arriesgarme y poner a los nuestros en peligro.

- Bien, tú ganas. Dejaremos los autos aquí y luego los buscaremos. Tampoco quiero que roben nuestras cosas. - le dijo escondiendo el gran vehículo pues un árbol caído les había cortado el paso y deberían seguir a pie. - Tu auto también se queda aquí ¿okey?

- Si mamá - ella rió y negó con la cabeza.

- Muy gracioso - le dijo tomando su mochila - Quizá debería ir sola, presentarme y ver cómo se dan las cosas. Si son tan buenos como crees no creo que le ataquen.

- No voy a correr riesgos Sara. Lo haremos juntos o no lo haremos. ¿entendido?

- Si papá - le dijo ella sonriendo mientras ambos se ponían en camino - Va a llover.

- ¿Estás loca? Es un hermoso día - ella se encogió de hombros mientras seguía a su amigo con sus armas listas.

Aaron había tenido razón, el grupo si era grande y podía verlo a simple vista caminando con lentitud, como si no supieran si debían seguir peleando por sobrevivir. La chica tomó los binoculares y observó uno por uno mientras Aaron los escuchaba con otro aparato, su mirada se detuvo en uno de los sujetos y si corazón empezó a palpitar con fuerza al reconocer el chaleco que llevaba puesto. No podía ser él ¿Cierto?, se dijo internamente pero el hombre giró y todas las dudas de Sara fueron resueltas pues frente a ella estaba nada más y nada menos que Daryl Dixon.

- Aaron yo lo conozco... ese es el chico que conoci en el bar - Sara miró a su acompañante sin poder creer lo que sus ojos veían pues delante de suyo estaba la última persona que pensó o deseó volver a ver.

- Ese es...

- Si. Es él. - lo interrumpió sabiendo que su vida seria mucho mas complicada a partir de ese momento pues si llevaba a ese grupo a su hogar, inevitablemente los secretos que creía ya no importaban en este mundo, saldrían a la luz.- No podemos... sabes que no puedo llevarlo a Alexandria.

En El Fin Del Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora