No está Noche.

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- ¿Y bien? ¿No vas a decir nada? - Daryl y los otros habían vuelto al día siguiente con la noticia de que tendrían que pelear para que Hilltop accediera a ayudarlos, los mismos hombres que habían detenido al cazador junto a Abraham y Sasha en el camino de regreso a Alexandría cuando pasó lo de la horda, también estaban amenazando a la comunidad de Jesús. Cómo Jesús les explicó y luego pudieron ver, no tenían suficiente gente para pelear contra ellos o municiones para defenderse y el supuesto líder Negan, quería la cabeza de Gregory. El líder de Hilltop no era más que un cobarde idiota según lo que Daryl le había dicho pero la gente lo seguía y debían hacer eso para poder obtener lo que tenían para ofrecer. Sara solo lo miraba en silencio mientras le contaba todo lo que había pasado.

- No se que quieres que diga Daryl... no creo que sea la solución a nuestros problemas y puede ser peligroso, pero confío en ustedes. Se que saben manejarse allá afuera y si piensan que podemos ganar, lo haremos. - le respondió ella estirando la mano para acariciar su mejilla.

- No tienes que hacerlo si no quieres Sara, solo quería que lo supieras por mí. Rick convocó a una reunión en una hora en la iglesia.

- Ven, recuesta tu cabeza aquí. Supongo que no dormiste nada ¿cierto? - ella le habló con tanta dulzura mientras ponía un almohadón en sus piernas para que él se recostara que aunque tenía cosas que hacer no pudo negarse. Sara comenzó a acariciar su cabello haciéndolo soltar un suspiro de satisfacción mientras su cuerpo se relajaba. Sophie dibujaba frente a ellos y ambos habían tenido mucho cuidado en la forma en la que hablaban de lo que estaba pasando por lo que el cazador dejó muchos detalles afuera. - Me alegra que estés de vuelta. - Daryl sonrió con los ojos cerrados, tenía tantas ganas de besarla y abrazarla que tener que esperar hasta que estuvieran solos lo enloquecía, no quería presionarla y arruinar las cosas pero ya no podía negar que esa vida era la que quería. Sintió los labios de Sara dejar un beso suave en los suyos y abrió los ojos sorprendido pero ella solo le sonrió - Enserio te extrañe - la chica no mentía, había pasado una larga noche pensando si estaría bien y cada vez que se despertaba, esperaba escucharlos volver pero nada había pasado hasta que amaneció. Él no podía más que quedarse mirándola embobado porque no sabía cómo expresar lo que sentía y a veces creía que decirle que la amaba se quedaba pequeño frente a todo lo que le hacía sentir. - No iré a la reunión... me quedaré con Sophie. En todo caso no tiene sentido escucharlo dos veces ¿No? Dile a Rick que voy a apoyarlos.

- ¿Segura? - ella asintió y volvió a acariciar su cabello con una mano mientras la otra descansaba sobre el pecho de Daryl sintiendo el latido de su corazón. Algo que para Sara era como música para sus oídos y le daba paz.

Cuando Daryl volvió de la reunión, luego de que Rick armara un plan para poder entrar al lugar donde vivían los Salvadores, solo quería olvidarse de todo eso por un rato. Cuando se ofreció a pelear en aquella guerra lo hizo consiente de que Alexandria lo necesitaba con desesperación pero más que nada porque era la única forma que se le había ocurrido de que a su pequeña nueva familia nada le faltara. Podía ver la preocupación en el rostro de Sara cada vez que Olivia la mandaba a llamar y es que aunque la chica no quería la responsabilidad de dirigir la comunidad, muchos aún recurrían a ella como primera opción y Sara no era una persona que acostumbrara a desentenderse si alguien le pedía ayuda.
Al entrar en la casa no las encontró y sabía que afuera no podían estar porque estaba lloviendo así que las busco en las habitaciones y las encontró acostadas mientras Sara leía para la pequeña.

- ¿Puedo unirme a ustedes? - les preguntó con una pequeña sonrisa en los labios por la imagen que tenía en frente.

- Siii - le respondió Sophie y el cazador no dudo en recostarse junto a la Sara para que quedara en el medio de ambos, ella sonrió cuando sintió que apoyaba la cabeza en su hombro y continuó su lectura haciendo reír a Sophie con cada voz que hacía.
En medio de aquella paz, Daryl se permitió cerrar los ojos y descansar, quería permanecer despierto pero estaba tan cansado que simplemente no pudo aguantar más y cuando despertó unas horas después, estaba solo en la cama y una manta lo cubría del frío.
Se levantó estirando su cuerpo para encontrar a las dos preparando el almuerzo y sonrió al ver cómo hacían el esfuerzo de reír en voz baja para no molestarlo.

En El Fin Del Mundo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora