En El Fin Del Mundo.

Seré Tu Amigo.

Daryl no pudo dormir bien esa noche, no porque estuviera incómodo sino porque estaba molesto. Nunca pensó tener una familia porque se creía incapaz de amar a alguien después de Sara y por supuesto jamás pensó que volvería a verla pero estaba ahí, a unos metros de él y tuvo una pequeña niña que le robó el corazón en solo unos días. No entendía como la vida podía ser tan buena y cruel al mismo tiempo, encontrarla para saber que esa bebé que vió unos años atrás era suya, le rompió el corazón. Su vida estaba llena de quizás, quizá si la hubiese dejado hablar ese día hubiese sabido que esperaba a su hija, quizá hubiese reunido el valor para amarla y hubiesen formado una familia. Quizá si él se hubiese acercado ese día que la encontró, ella se lo hubiera dicho y las cosas serían tan diferentes ahora. Él las hubiese cuidado, hubiese dado su vida por poder protegerlas si era necesario y sin embargo, era estúpido pensar así porque no había manera de cambiar como sucedieron las cosas y lo que era peor, cada vez que sentía que daba un paso en la dirección correcta, Carol lo hacía retroceder dos.

Sara en cambio trataba de buscar la calma para enfrentarlo al día siguiente sin estallar, también le costó conciliar el sueño porque nada la enfurecía más que saber que su hija saldría perjudicada. Ella lo supo, la noche que cenó con ellos que Carol no la quería ahí y todo lo que hizo después fue solo para alejarlos, si se desquitaba con Daryl y peleaban, ella ganaba. Aún así no la quería cerca de su hija y si tenía que dejar ir al cazador lo haría. No quería ponerlo en la posición de tener que elegir pero al mismo tiempo, no se creía capaz de establecer una relación con la mujer.
Cuando se despertó sonrió porque por primera vez en días, Sophie había dormido toda la noche y ella había podido recuperar las horas de sueño que le faltaban. Se levantó y bañó, se  puso una camiseta con tirantes delgados que cubrió con una camisa que en otro tiempo perteneció a Aiden y un pantalón corto, sin molestarse en atar su cabello pues no tenía intenciones de salir de su casa al menos por ese día. Sonrió al ver a Daryl aún dormido y caminó en silencio a la cocina para preparar el desayuno, estaba de buen humor por haber descansado correctamente y no dejaría que nadie le robara eso.

Daryl despertó al sentir el aroma del café recién hecho y levantó la cabeza para encontrarse a Sara de espaldas cocinando, la desnudez de sus piernas le causaron cosquillas y tuvo que hacer un gran esfuerzo para mirar hacia otro lado antes de ser descubierto.

- Buenos días - le dijo cuando estuvo de pie junto a ella

- Oh lo siento, no quería despertarte... ¿Café? - ella le sonrió y Daryl asintió mordiéndose el labio inferior, Sara no parecía recordar lo que había pasado la noche anterior y no sabía si eso era bueno o malo pero definitivamente no sería él quien sacara el tema y arruinara la mañana. Sara le pasó una taza con su desayuno y se sentaron en la mesa en silencio. - Creo que deberíamos hablar sobre anoche... lamento haberme ido sin hablar pero...

- Está bien Sara, lo entiendo. Yo también estaba molesto. Carol no tenía derecho a decir eso. - la interrumpió él antes de que ella pudiera empezar una discusión.

- Gracias por entenderlo... no quiero pelear pero creo que lo mejor es que... Sophie no esté cerca de tu amiga. Estuve pensándolo y no se que pude hacer para no agradarle, o Sophie. Supongo que no puedo caerle bien a todo el mundo y lo acepto pero... mí hija es... es importante para mí  y quiero que sepas que no estoy tratando de crear un problema, solo quiero protegerla. Lo siento si te molesta.

- Sara no tienes que disculparte, yo también estuve pensando anoche ¿Sabes? Aún si tú lo aceptas, yo no estoy dispuesto a dejarlo pasar y hablaré con Carol. No voy a dejar que mí hija dude de lo mucho que me importa. - Ella le sonrió, le sonrió como cuando eran adolescentes y estaban enamorados y Daryl tuvo que luchar para reprimir las ganas que tenía de besarla.