Síndrome de Cotard ₎₎ SeongJoong.

Rest in peace, HJ

Hongjoong era conocido por ser un "desconocido".

Él era un letrista, compositor y productor. Uno de lo más influyentes en las últimas generaciones del mundo del entretenimiento. Sin embargo, mantenía su imagen en el anonimato, pues él quería una vida fuera de escándalos. Había producido varios éxitos para artistas de la compañía en la que trabajaba.

Él solo quería ser feliz haciendo lo que más amaba: escribir, componer y producir música. Eso le bastaba, pues era todo lo que él siempre quiso y soñó.

Pero no todo podía ser perfecto.

Un día, le llegó la noticia de que uno de sus amigos de la oficina había robado y plagiado todo su trabajo no público, para venderlo a otra compañia. Así que con todo el valor que tenía, tomó la importante decisión de hacer pública su imagen y denunciar a la persona en la que alguna vez confío.

Lamentablemente, el fallo del juez fue en su contra.

Derrotado regresó a casa, mientras la sensación de ansiedad se apoderaba de él. Había decidido arriesgar todo para salvar por lo que había luchado durante toda su vida. Por todo lo que hizo con tiempo de esfuerzo y sin descanso.

Y así, perdió todo, incluyendo la privacidad que gozaba en su vida cotidiana.

E incluso su compañía terminó su contrato con él, temiendo verse envueltos en el escándalo de sus empleados.

Regresó a casa, mientras no podía hacer otra cosa más que sentir a su corazón latiendo desenfrenadamente. Buscó refugio cubriendo su cabeza con sus manos, tratando desesperadamente de encontrar calma en medio de aquella tormenta de emociones.

Y entonces, sintió cómo una paz serena lo envolvía por completo.

Un silencio llenó el espacio a su alrededor, haciéndolo olvidar la agitación que momentos antes lo había consumido. Se relajó al instante, con una sensación reconfortante de calma que lo hacía querer sumergirse en un sueño profundo y eterno.

Su corazón, que minutos antes parecía aferrado en querer escapar de su pecho, ahora parecía haberse hecho uno con la nada. El fuerte ritmo de sus latidos se desvaneció en la tranquilidad del momento, dejando un vacío silencioso en su lugar.

Su corazón estaba en calma. Habían desaparecido los fuertes latidos...

Un escalofrío recorrió su espalda al darse cuenta de la ausencia de vida en si mismo. Su corazón no latía.

Sin embargo, una extraña calma lo invadió, como si de un momento a otro hubiera cruzado un portal invisible hacia un mundo desconocido y misterioso.

La realidad se distorsionó ante sus ojos, y se vio envuelto en un silencio que lo llevaba más allá de lo que alguna vez había imaginado.

Y así, se encontró a sí mismo sumergido en un estado de suspensión entre la vida y la muerte. En donde el tiempo parecía detenerse y el universo entero esperaba en silencio por su descanso.

Pero su paz fue interrumpida cuando su vecina abrió el elevador y lo vio tendido en el suelo. Quien fue por el guardia del edificio y ambos empezaron a tratar de comunicarse con él.

Él no entendía porque trataban de sacarlo de ese estado de tranquilidad absoluta...

Si él ya no iba a salvarse, porque estaba muerto.