NARRADO POR: DENNA
Se supone que debería estar en clase, pero el profesor no se ha presentado así que voy a aprovechar esta hora para ir a comprar mi perfume favorito, porque está mañana me he dado cuenta de que no me quedaba, y no soporto ir sin perfume. Justo cuando estoy saliendo de clase un chico con un bigote muy extraño va y se choca conmigo haciendo que se me caiga la mochila. Él se para y se dirige a mi.
- Perdón no te he visto, es que iba distraído con el móvil que estaba leyendo un mensaje de mi compañero de piso....
- Tranquilo - le interrumpo- no pasa nada solo es la mochila.
Recojo la mochila, el chico se disculpa una vez más y ambos seguimos con nuestro camino.
La tienda no está muy lejos así que voy andando hasta ahí, al entrar veo que no está muy llena solo hay un par de mujeres y un chico hablando con la dependienta. Sé donde está el perfume así que me dirijo directamente a por el, pero cuando voy a cogerlo el chico que estaba hablando con la dependienta se acerca y lo coge.
- ¡Oye! ¡Tú, si tú no hagas como que no me escuchas! ¡Eh! ¡yo iba a coger ese perfume!
Entonces él se gira se acerca y dice mientras se encoge de hombros:
- Ya bueno, mala suerte, haber sido más rápida.
- ¿Sabes el problema? Que solo quedaba uno y lo necesito, así que no voy a dejar que te lo lleves.
- ¿Cómo que no me vas a dejar que me lo lleve? ¿Lo has pagado o algo? ¿Es tuyo, perdón que llevaba tu nombre o algo? No me había fijado. Anda déjame en paz.
- Pero serás capullo - le suelto indignada, no estoy soportando sus aires de superioridad - Que pasa, ¿el perfume es para ti? te vas a "perfumar".- le suelto mientras hago comillas con los dedos.
El chico suspira se da media vuelta y se va hacia la caja sin contestar. Me dispongo a seguirle mientras le grito:
- ¡Oye! ¡Te estoy hablando!
Pero ya es muy tarde y acaba de pagar el perfume y ha salido de la tienda despidiéndose con la colonia en la mano. Pues nada, me he quedado sin perfume, a saber cuando lo vuelven a traer. Con lo difícil que es encontrar este perfume de almendras.
Como todavía no es la hora me paro a coger un café con leche de almendras, puede sonar raro, pero me considero fan número uno de las almendras desde que tengo uso de razón, no hay cosa que me guste más. Cuando encontré el perfume hace ya unos años decidí que ese sería MI perfume. Después de tomarme el café voy rápido a clase y me dedico a pensar en el chico que me ha quitado mi perfume y en todas las cosas insultantes que le podría haber dicho... uff ¡como lo estoy odiando ahora mismo!
