TRES

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Hyunjin iba casi corriendo, lo llamaron hace dos horas diciendo que lo eligieron para ser el fotógrafo de una pareja recién casada, y al parecer le pagarían muy bien.

Por suerte el estudio de fotografía no quedaba tan lejos y fácilmente podía ir caminando hasta el lugar.

Minutos después llego al lugar encontrándose con el dueño del estudio y la pareja de recién casados, los saludo con una reverencia y empezó con la sesión de fotos.

¡Que bien sale señor christopher!.- Exclamó hyunjin con emoción.- ¡Y usted también seungmin!.- Recibió una tímida sonrisa del castaño.

Pegense más, como si no pudieran separarse del otro... Ahora un corazón con sus manos... ¡Si, así!... bangchan sonría más porfavor.

Al terminar la sesión la pareja se acercó al chico con una sonrisa en la cara, demostrando su satisfacción y que lo había hecho excelente.

¡Muchas gracias hwang!.- Dijo contento seungmin mientras tomaba las manos de este.

Dígale a minho de mi parte, que le agradezco por recomendarte con nosotros.- Agradeció con una pequeña reverencia.

¿Fue el?.- Se sorprendió.

¡Si!.- Exclamó la pareja al unísono.

Y el hijo de puta actuaba sorprendido de que porfin alguien me había contratado por un día para sacarles fotos, pero no me quejo.

Al ir de regreso se detuvo en un pequeño parque que quedaba cerca de su departamento. Saco su cámara dispuesto a sacar algunas fotografías para después intentar recrearlas o tal vez guardarlas de recuerdo.

La cámara enfocó a un chico rubio con pecas sentado en un banco mientras le daba de comer a algunas palomas que estaban posadas en el suelo y otras al lado de el.

Aquel chico al ver lo que hyunjin hacía, sonrió.

Su sonrisa queda tan bien con esos ojos y esas hermosas pecas que le recordaba a un día cálido de verano o una hermosa constelación que solo se podría ver una sola vez en la vida, y que extrañamente sentía que ya las había visto antes.

Le devolvió la sonrisa y bajo su cámara guardándolo en su bolso para volver a su casa.

Le devolvió la sonrisa y bajo su cámara guardándolo en su bolso para volver a su casa

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Que extraño, pareciera que ya lo había visto antes.- Hablo para si mismo mientras veía como aquel pelinegro se daba la vuelta y se iba.- Pero es la primera vez que lo veo.- No le dio importancia y siguió dándole de comer a las palomas que tenía al frente suyo.- Al parecer vivimos en el mismo edificio.- Hablo mirando a la paloma blanca que tenía al frente.

Minutos después cuando la bolsa que contenía semillas de palomitas se acabara, se levantó del banco y tiro la bolsa al tacho mas cerca que tenía para después empezar a caminar.

Tomó un taxi y le indico el lugar a donde quería ir.

Cuando aún seguía en australia había anotado lugares para visitar y no estar todo el día con su amigo sin saber que hacer y al final terminar durmiendo juntos mientras veían películas de barbie, era lindo pasar momentos así con jisung, pero había veces que solo quería hacer algo distinto.

Y uno de los lugares que había anotado era un mirador que se encontraba un poco alejado de la ciudad.

Al llegar subió al mirador mientras miraba atentamente a las personas que salían o entraban de este. Llego hasta arriba y se quedó atónito con el hermoso atardecer que se había formado solo hace unos minutos.

Saco su celular para grabar y sacar fotos. Después se las mandaría a su abuela que ya llevaba horas pidiéndole fotos del lugar.

Hilo Rojo -HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora