CUATRO

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No podía ver, pero si escuchar, escuchar personas gritando por su vida. Un fuerte olor a humo llegó a su fosa nasal haciendo que está empezará a arder, su cuerpo también ardía, pero seguía viendo borroso, de repente una silueta se hizo presente a unos metros de el y por fin su vista pudo enfocar.

Miro a su alrededor, fuego, personas huyendo de esta y otros quemándose vivos junto a un grito de dolor. Aquella silueta parecía ser la de un hombre, pero no podía verle la cara, este estaba de espaldas, felix intentó caminar, pero había algo que hacía que no pudiera hacer esta acción, tampoco podía hablar, quería gritar el nombre de la persona que tenía a unos metros, sabia su nombre, pero a la vez no, parecía reconocerlo, pero era un desconocido.

Un fuerte dolor apareció en su estómago al punto en el que este se retorcíera en el lugar. Los gritos seguían al punto en el que este quedará aturdido, quería irse de ahí, desaparecer, pero no podía, aparte de no poder moverse sentía que tenía algo pendiente en ese lugar.

La persona que tenía al frente hace unos minutos había desaparecido, lo tenía al lado suyo a unos centímetros, aquella persona sostenia su muñeca mientras un hilo en la muñeca de aquel chico se unia con la suya.

De repente el plano cambio, ahora este estaba dentro de un barco, parecía ser uno viejo, demasiado. Está vez sí podía moverse, recorrió un poco el barco y parecía no haber nadie en ese lugar, las paredes estaban húmedas, lo supo hace rato que paró para tocarla. Volvió al lugar en donde apareció, pero se equivocó al pensar que no había nadie, al frente suyo había un niño con un chaleco salvavidas, se parecia demasiado a el, no se parecía a el, era el. Pero este tenía una mirada vacía que hacía que sintiera un escalofrío en su espina dorsal.

Intento hablar pero seguía sin poder, así que camino hacia este pero al estar cerca su muñeca derecha empezó a arder y formando una marca en ella, se detuvo al sentir terrible dolor y en el lugar se hizo presenté susurros inentendibles y algunos entendibles, El final es el inició, era lo que más repetía y lo que entendía de aquel niño que tenia al frente, si, los susurros era de el niño que se parecia a el.

El niño dejó de susurrar cosas haciendo que el lugar invada un gran silenció. De pronto el lugar se empezó a llenar de agua hasta el punto en el que felix ya no podía tocar el suelo, el agua lo tapo y el rubio lentamente se quedaba sin oxigeno mientras su vista se desenfocaba.

Felix despertó todo sudado y su corazón latiendo como si en cualquier momento esté saliese de su pecho.

Solo era un sueño.- Dijo para si mismo mientras pasaba su mano por sus ojos para que no se peguen por el sueño que traía todavía.

Se levantó y se dirigió a su baño a echarse agua en la cara para despertarse más.

Escucho la puerta de la entrada abrirse, era jisung su amigo de la infancia, se conocieron en malasia, felix en ese tiempo vivío ahi por un tiempo y luego regresó a su pais australia, al igual que su amigo, vivió un tiempo en malasia y tiempo despues volvió a corea.

Esa es la razón por la que felix maneja tan bien el coreano y jisung con el inglés, aunque use asentó britanico

¿¡Lix!?.- Grito jisung desde el comedor.- ¿Estás en el baño?.-

Si, espérate un poco.-

Mojo lo más rápido sus pelos para después ser peinados delicadamente por los dedos del rubio.

Al salir vio a jisung acostado en el sillón, parecia estar dormido.

No lo despertaré, parece estar cansado.- Murmuró y se dirigió a este para sentarse a su lado y ver si encuentra algo entretenido en la televisión.

¡Booh!.- La pequeña ardilla saltó con sus manos en forma de un gato apunto de atacar.

Waa, que miedo.- Dijo sarcástico y rio al ver el puchero de su amigo.

Jisung siempre hacía está clase de cosas, lo hacía ver tierno. Lo hacía cuando estaban en malasia y felix siempre actuaba asustado aunque no lo estuviera, porque le encantaba ver la linda sonrisa de su amigo, y ahora ya no lo hace por qué descubrio uno de esos dias la tierna cara que este hacía al ver que no salía como el quería.

Ay, amigo mío ven aquí.- Lloriqueo jisung lanzándose hacia felix.- ¿Por qué no me avisaste que ya estabas en el aeropuerto?.- Hizo un leve puchero.

Porque seguro estabas con minho, no quería molestarlos.- Mintió.

Felix sabía muy bien que aunque jisung esté con su novio, iría o estaría con el sin importar que, sabía que el era su prioridad, siempre lo supo aunque jisung no se lo haya dicho, actúa como si felix fuera lo más importante para el.

¡Claro que no bokkie!, pudimos haber ido los dos a buscarte y acompañarte.-

Está bien sung.-

Ahora ya sabes para la próxima.- Lo apunto con el dedo indice recibiendo una pequeña sonrisa de felix.

Hilo Rojo -HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora