Capítulo (3)

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¡Esperen un momento!

¿Dónde están las cámaras?

Esto debía de ser una jodida broma, esto no es real, talvez es por el café que no tuve tiempo de tomar hoy en la mañana que escuchó tremenda estupidez.

¿Su omega? ¿Sus padres?

¡Mi Omega!

Esas palabras siguen retumbando en mi cabeza, me sentía como en un trance espiritual, tenía mi mirada enfocada en los Señores Min, que tenían una absurda sonrisa de felicidad por la mentira que les decía su hijo.

Vaya manera de resolver los problemas Señor Min.

—Bienvenido a casa, Jimin— me saluda mi ex jefe.

No definitivamente esto es real, el sutil codazo que me acaba de dar mi jefe me hace darme cuenta de que todo es absolutamente real.

En ese mismo instante me doy cuenta de que no podía negar la absurda mentira de mi jefe, no podía hacer sentir tan decepcionado al Señor Namjoon. ¿Dónde demonios me estoy metiendo?

—Hola— saludo avergonzado.

— ¡Sabía que algo pasaría entre ustedes! - chilla el omega feliz.

—Papá— sisea mi jefe.

— Desde la primera vez que los vi juntos, siempre he querido que esto se haga realidad, ahora mírense— nos dice, mi jefe me observa y yo también lo miró sonrojado— Son tal para cual — ¡Mis nietos serán hermosos!— agrega eufórico.

—Tranquilo Amor— interviene su esposo divertido.

— Estás superando tus límites papá— acota su hijo mirándole mal.

—No me mires así Yoongi, sigo muy enojado tuve que enterarme por una revista de tu relación— acotó indignado.

Justo en esas palabras caigo en cuenta de que los Señores Min, también vieron la revista.

—Nos estás incomodando papá, sobre todo a Jimin— lo miro extrañado, ya que es la primera vez que me llama por mi nombre.

— ¿Te estoy incomodando?— pregunta el Señor Seokjin apenado.

—¡No!— digo mintiendo-Es que... Solo estoy un poco sorprendido, Yoongi nunca dijo que vendríamos a visitarlos— contesto nervioso.

Dios estaba entrando en la mentira y todo por salvar al señor cubito de hielo, que en verdad no sé lo merecía, pero acá estoy jodido y debía de actuar de la mejor manera.

—¿Porqué no le dijiste, hijo?— pregunta el Alfa

—Jimin, es un omega muy difícil de sacar de la oficina— pasa su mano apoyándola en mi cintura— si le decía se negaría, es muy tímido mi omega— agrega dejando una pequeña caricia en mi rostro, que nos hace tensar a ambos.

Era el primer contacto físico que hemos tenido durante un año y medio, siento a mi omega muy feliz por su toque, trato de no pensar en eso y me concentro en la mirada de complicidad que tienes sus padres, nos invitan a sentarnos en los cómodos sillones justo frente a ellos, generando más incomodidades entre nosotros y mucho más cuando mi jefe pone sus manos sobre mis rodillas, provocando una descarga de sensaciones que hace saltar de felicidad a mi omega y me es imposible no levantar mi mirada y observar sus ojos que ya estaban puestos sobre los mío.

— ¿Hace cuanto salen?— nos pregunta su padre omega, sacándonos de nuestro trance.

— Casi un año— responde él.

¿Casi un año?
¿Acaso este hombre no escucha lo que dice?

—¡Juro que te mato, Min Yoongi!— exclama el Señor Seokjin.

—Cariño— lo detiene su esposo— cada pareja tiene sus tiempos— comenta de forma comprensiva.

— Si esas fotos no salían a la luz, estoy seguro de que no me lo ibas a decir— declaró molesto.

—Es mi vida y mis decisiones, papá— afirma mi jefe.

—Te mereces un buen golpe— asegura el omega, provocando que suelte una risa divertida y sus ojos me observen con ternura.

—¿Cuéntame algo de ti, Minnie?— pide el omega.

—¿Algo de mí?— murmuro nervioso.

—Si Minnie,  hace un año que no sabemos nada de ti— dice el Señor Namjoon— ¿Sigues estudiando abogacía?— me pregunta tratando de ayudarme.

—Si señor Min, en tres semanas, si todo sale bien, estaré terminando mi carrera— les cuento muy emocionado.

— Te felicito, serás un gran abogado— sentencia con seguridad— Más te vale que nos avise, que con Seokjin queremos estar presentes en tu graduación— comenta sonriendo.

—¡Si claro iremos!— exclama feliz el omega.

—Le diré a Yoongi que les avise, será un gran placer que estén presentes ese día— les digo sonriendo.

—Le diré a Hobi que organize una fiesta ese día— comenta el Señor Seokjin

—No es necesario Señor Min— le digo nervioso.

—Tonterías claro que sí, no todos los días, mi yerno se va a graduar de Abogado — afirma con seguridad— Además deja de llamarme Señor Min, dime papá o suegro, ahora ya somos familia — exclama contento.

—Papá— dice mi jefe con un claro tono de advertencia

—Tú cállate, me sigue doliendo que no me hayas dicho nada— encaró el omega

La tarde paso muy rápido conversando y respondiendo cada pregunta que nos hacía el Señor Seokjin, más bien es mi jefe quien responde todas las preguntas acerca de la supuesta relación de un año que teníamos, me agradaban los Señores Min, me recibieron con los brazos abiertos y me dijeron que podría contar con ellos, que eran mi familia desde ahora y ya empezaba a sentir la culpa de la mentira.

—Ya debemos irnos— dice mi jefe— tenemos una reunión— se excusa mirándome a los ojos para que lo siga.

— Si la reunión— afirmó.

Nos despedimos de sus padres con la promesa de volver para una gran cena familiar para poder conocer al resto de la familia Min.

Siguiendo los pasos de mi jefe nos subimos al auto y ambos soltamos un suspiro liberador cuando salimos de la casa, y es ahora donde espero mis explicaciones, pero mi jefe no dice nada conduce como si nada.

—¿No dirá nada?— lo encaro

—¿Tendría que hacerlo?— pregunta arrogante.

—Me trae a la casa de sus padres, me presenta como su omega y dice que tenemos un año de relación ¿Usted cree que realmente no merezco una explicación? — digo lleno de sarcasmo y enojo.

Jodido imbécil, ¿y este idiota que se cree?

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