Libre (hiccup x tú)

Capítulo 2

Hiccup haddock

___ estaba visiblemente temerosa, quizás preocupada por lo que piensa que le haremos. Sin embargo, no puedo dañarla. Desconocemos si es una cazadora o simplemente está perdida. Es probable que su tripulación la haya arrojado del barco o algo por el estilo. Quién sabe, podría ser de ayuda para nosotros.

—Tranquila, no tienes de qué preocuparte no te haremos daño. Solo necesitamos mantenerte bajo vigilancia, para prevenir cualquier acción que pueda poner en peligro a nuestros dragones.—La tranquilicé con una gran sonrisa, y pareció exhalar aliviada.

—Entonceees pueden vigilarme desde mi campamento?.—dijo con despreocupación.

—Lo siento, pero como prisionera, no podemos permitirte esa libertad. Existe el riesgo de que intentes escapar—dijo Astrid con el ceño fruncido.

—No puedes irte, pero podemos traer tus cosas aquí, hasta entonces.— Me volví para mirar a los chicos. —Necesito que modifiquen uno de los establos de las ovejas, conviértanlo en una especie de calabozo, pero más acogedor. 

Butilda y Brutacio comenzaron a caminar hacia los establos, sujetando los brazos de ____ por detrás.

—Esa es una de las desventajas de no tener calabozos reales. No sé cómo lograste convencer a tu padre de deshacerse de ellos. —comentó Astrid con una mezcla de ironía y preocupación.

—Los calabozos están diseñados para personas, y hasta hace no mucho, solo nos enfrentábamos a dragones. Además, dudo mucho que ella represente una gran amenaza.—Intenté tranquilizar a Astrid.

—Está bien, pero necesitas interrogarla y ganarte su confianza. Quién sabe, si resulta ser cazadora de dragones, podría revelarnos alguna ubicación para ir a salvarlos.—Dijo Astrid antes de marcharse.

Me encaminé hacia el bosque, en dirección al campamento de ____.

____ Freysson

Los gemelos me llevaban quién sabe a dónde, con un firme agarre en mis muñecas. Llegamos a unos corrales y me ataron a una valla con una cuerda. —Ni se te ocurra moverte de aquí o intentar escapar, Brutilda! encuentra a Bocón y dile que nos ayude a instalar unos barrotes de hierro en este corral— advirtió uno de los gemelos. La chica rubia, llamada Brutilda, rodó los ojos y salió corriendo del lugar, mientras que el chico rubio se acercaba a mí.—Limpiaré un poco tu nuevo hogar. No intentes escapar, o mi Cremallerus te rostizara— amenazó.

Creo que notó mi temor, porque enseguida comenzó a reír. —Oye, tranquila— dijo con una sonrisa burlona.—Hiccup nos dijo que no te lastimáramos. Solo quería asustarte un poco. Pero en serio, no intentes escapar, porque si lo haces, no serás la única que termine cocinada—Mis labios se secaron y solo pude tragar saliva en respuesta.

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Me quedé dormida mientras ellos transformaban el establo en mi "nuevo hogar". Seguía atada y traté de soltarme, pero el dragón de dos cabezas me miraba amenazante. Sonreí nerviosa, tratando de mantener la calma. Pero, al menos, hay un lado positivo: tendré comida, o eso espero. Si no es así, realmente espero que me maten.