____ Freysson
Llevo un mes aquí en Berk y siento que desde que llegué, mi vida ha cambiado para bien. Aunque todavía paso mucho tiempo dentro de la celda, ahora la considero mi nuevo hogar, gracias a las mejoras que Hiccup hizo. Además, no estoy encerrada todo el día; Hiccup me asignó ayudar a Bócon en la herrería como castigo. Bócon es muy amable y siempre me cuenta historias de aventuras que ha tenido.
Pasar tiempo con Hiccup ha sido lo mejor. Me presentó formalmente a su dragón llamado Chimuelo. Es un ser vivo tan misterioso como hermoso; parece emanar magia. Es increíble ver lo que la naturaleza de estos dragones puede ofrecer.
La noche se acercaba y Hiccup me acompañaba de regreso a mi celda. No podía permanecer fuera por mucho tiempo debido a la orden de Estoico, el jefe de Berk y padre de Hiccup.
Estaba sumergida en mis pensamientos hasta que Hiccup habló. —Hey, te prometo que convenceré a mi padre de ya no tenerte como prisionera. Se le dificulta confiar en la gente, pero lograré que cambie de opinión. Creo que yo y muchos aquí ya te consideramos una habitante más de Berk—dijo mientras tomaba mi mano.
—No te preocupes, Hiccup. Estaré bien siempre y cuando tú estés ahí para mí—respondí, devolviendo su apretón de manos con una sonrisa tranquilizadora.
Hiccup me miró con los ojos bien abiertos. —Como mi mejor amigo, claro—dije, y un escalofrío de decepción recorrió mi espalda. Llegamos a la celda y Hiccup cerró la puerta. La atmósfera era incómoda, pero no quería que se fuera así de repente.
—Oye—dije con nerviosismo —no querrías pasar un buen rato juntos como amigos?—Maldita sea, debo dejar de decir eso.
—Me encantaría— respondió, y se sentó frente a la puerta de mi celda. Durante un rato, conversamos en un intento de suavizar el ambiente.
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Hiccup estaba tumbado en el césped, mirando las estrellas, mientras yo contemplaba el techo del lugar. —¿Extrañas tu hogar?— lanzó de repente. —Quizás... es difícil olvidar tu lugar de origen. No era el mejor sitio para vivir, pero era todo lo que conocía—, admití. —Entiendo. ¿Extrañas a tus padres?— preguntó. —Por supuesto, bueno... echo un poco de menos a mi padre— respondí. —¿Y tu madre?—continuó.
—Él dijo que murió en un incendio, pero realmente no le creo. Mi papá es especialista en mentiras—expliqué. —¿Y cómo lo sabes?— indagó. —Lo sé, porque también me dijo que los vikingos no eran nada atractivos—respondí, volteando para mirarlo. Le guiñé un ojo y él comenzó a reír a carcajadas, con un tenue sonrojo en sus mejillas.
—Creo que ya es hora de que descanses—dijo Hiccup con amabilidad.—Pues muchas gracias por esta charla tan amistosa, su alteza— respondí con una reverencia ligera. Hiccup rió suavemente.—No pertenezco a la realeza, solo seré jefe y ya— respondio con tranquilidad.—¿Y no es lo mismo? Un rey lidera y protege a su gente, y eso es lo que tú haces—le recordé con una sonrisa. Él asintió con gratitud.
—Buenas noches, ___...
—Buenas noches... Hiccup...— respondí con voz apagada.
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Libre (hiccup x tú)
RandomSigue la historia de una joven exiliada de su hogar que, al encontrar a un chico con quien comparte más que solo similitudes, inicia una amistad que pronto se transforma en algo más profundo.