6- El voyeur y la ninfómana

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Poco a poco empezaba a llevarme mejor con Abigail. dentro de mi, no estaba seguro si esta amistad era sincera, o si la estaba llevando a cabo por mi necesidad de investigar las diversas situaciones extrañas relacionadas con su familia. No eran pocas las cuestiones que me generaban dudas en base a todos sus habitantes. ¿Caroline era así con todos? ¿Alguien más fue amenazado como yo? ¿Pierre está consciente de todo esto? y lo más importante, y poco relacionado a lo anterior ¿De quién es el cadáver de la tumba que Abi profanó sin ningún temor?

Esta última intriga es la que más me ataba a seguir aumentando mi amistad con ella, pasando el día en las minas, viendo como se emocionaba cuando le daba las amatistas que me encontraba, y notando cierta decepción con cada nuevo monstruo que nos topábamos. No sólo quedábamos en vernos para ir a la mina, también salimos a jugar a los arcades del salón, y al ver que yo era realmente bueno jugando "El viaje del rey de la pradera", terminó por invitarme a jugar en su casa, ya que necesitaba mi ayuda para pasar cierto nivel. Hubiese puesto alguna excusa para no volver a pisar su casa con Caroline allí, pero, las pistas que había obtenido del lote, me obligaban a investigar su casa... tenía que encontrar aquella biblioteca que pude ver en las fotos.


—Pasa, no te preocupes, mis padres no están esta noche —me dice ella, invitándome a pasar a su casa, pasadas las ocho de la noche. ¿Ni Pierre ni Caroline estaban en casa? ¿Dónde podrían estar? Ella me dirige hasta su habitación, donde ya tenía colocado el juego esperando por mi. Me mira con los ojos iluminados, clamando porque yo pueda ayudarla a terminar el juego, ya que le darían un logro muy difícil que nunca pudo conseguir. También tenía preparada una que otra cosa para comer y beber, por lo que ella ya se imaginaba que nos llevaría un buen rato poder pasarlo. Jugamos unas dos horas, pausamos para comer algo, bromeamos, me ofreció jugar a la Ouija, la rechacé, me dijo cobarde, le recordé como huía de todo en las minas, se ofendió, y continuamos jugando otro rato, hasta que aproximadamente a la una de la madrugada, cuando ella ya no podía aguantar el sueño, pausó el juego y me invitó a recostarme en la cama junto a ella. Como si yo fuese alguien de total confianza, se quitó la ropa frente a mi, se tumbó en la cama dándome la espalda, tomó mi brazo para ponerlo alrededor suyo y estando así, terminó durmiéndose casi al instante. Pasaron unos minutos, y muy despacio empecé a liberarme de su abrazo, no porque no disfrutara el momento, si no porque sabía que la hora en la que me desmayaría estaba próxima, y este era el mejor momento para explorar la casa. 

Pude levantarme, y descalzo comencé a caminar por la casa. Sabía que la biblioteca no era parte de la zona del mercado, por lo que miré en la habitación grande dónde Caroline daba clases de aeróbico, y a un lado, encontré un altar al Dios Yoba. No lo había visto antes, y ninguno en la familia parecía ser religioso, pero, aunque intrigante, esto no era lo que estaba buscando ahora, la biblioteca no estaba en estas salas, por lo que sólo quedaba el cuarto de Pierre y Caroline. La puerta no tenía llave, así que entré despacio, con miedo a que realmente si hubiese alguien más en casa. estaba vacía, pero, efectivamente, la biblioteca estaba allí, justo frente a la puerta, idéntica a lo que recordaba de la foto. Me aproximé a observarla, poniendo atención a cada libro de cada estante... pero nada. Había novelas, catálogos, muchos libros de autoayuda y otros del tipo "¿Quieres ser millonario?", "Guía para ser exitoso" o también "Paso a paso para complacer a tu esposa". Me das pena, Pierre. Aquí no había nada, pero, la pista no podía ser falsa. Es más, la imagen de la biblioteca parecía ser muy reciente, incluso más reciente que la muerte de mi abuelo, por lo que algo tenía que haber aquí.

 Miré a los lados. En en suelo, pude notar una pequeña marca de desgaste, la típica pista que te dejan en un videojuego para que te des cuenta tu solito de que puedes empujar el mueble y encontrar algo detrás. Le hago caso a aquel pensamiento, y lo muevo tan sólo un poco hacia adelante. Pesaba una locura, Pierre no podía mover esto ni de casualidad sin quitar las cosas antes. Parecía no haber nada, pero era evidente que me equivocaba. Un pequeño pedazo de la pared estaba hueca. Le di unos golpecitos y luego hice palanca con las uñas hasta poder retirar el trozo de pared falsa que hacía de tapa, y allí dentro vi una caja, como de zapatos, bastante grande y pesada. Sin ningún tipo de duda, tomé la caja y la abrí allí mismo en el suelo sin poder contener mis ansias de descubrir que había en ella. Empiezo a observar con mi linterna... hay muchas fotos y algunos pendrives. Obviamente los pendrives me intrigaban mucho más, eran de 32gb. y había unos diez, todos enumerados, pero al no poder descubrir qué tenían ahora mismo, saqué las fotos que había debajo para analizarlas.

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⏰ Última actualización: Aug 30 ⏰

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