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La puerta del apartamento se abre mostrando a un muy malhumorado Esteban. Ninguno de los dos se saluda y Esteban se limita a hacerse a un lado para que Francisco pueda entrar al lugar.

— Siéntate en el sillón si quieres —, la voz de Esteban es cortante y hasta un poco desagradable. Francisco podría llorar ahí mismo. — Tengo todas las plataformas, pon la película que quieras. Yo voy a ir a buscar las cosas para comer a la cocina mientras.

Francisco se acomoda en el sofá en completo silencio y con un poco de inseguridad toma el control remoto para pausar el capítulo de dragon ball que ahora mismo se encuentra reproduciéndose en la televisión y buscar alguna película en Disney +. Sus manos tiemblan mientras intenta elegir la película perfecta, intentando no molestar aún más a Esteban, quien ya se ve bastante enojado de tan solo tener que tenerlo en su cuarto.

Para su mano en seco y deja el control remoto a un lado para así poder hacer un poco de investigación en Google antes de elegir la película definitiva.

"Esteban Kukuriczka confiesa ser mi fan de las películas de princesas".

Francisco lee el artículo y seguido a esto vuelve a mirar la pantalla por unos segundos hasta que una película capta su atención: "La Princesa y el Sapo". Un poco más decidido le da play, pausándola en el primer segundo para poder esperar a Esteban, quien llega unos cinco minutos después con snacks y unas cuantas cosas para beber.

Los ojos de Esteban brillan al ver la película que Francisco eligió y este último quiere preguntarle mil cosas, pero no dice nada para no incomodarlo. Esteban se sienta a su lado, sin quitar la vista de la pantalla.

— Esta es la película favorita de mi hermana —, comenta Esteban aún sin mirarlo.

Francisco quiere preguntar mil cosas más: ¿Él la veía con su hermana? ¿Cual es su princesa favorita? ¿Que tan cercano es con su familia? Y entre otras cosas, pero no pregunta, solo asiente levemente con la cabeza.

— ¿Quieres que tomemos ya las fotos para subir? —, Esteban lo saca de sus pensamientos dándole un fuerte golpe de realidad; esta es una reunión de trabajo no una verdadera cita.

— Creo que si sacamos una foto del principio de la película la gente va a creer que nos juntamos, sacamos las fotos y después cada uno se fue por su camino —, Francisco responde, intentando que no se note mucho que está inventando una excusa para quedarse más tiempo en compañía de Esteban, quien solo asiente y toma el control para darle play a la película.

...

La película está por terminar, así que Francisco decide que es un buen momento para tomarle una foto a la pantalla, la cual no quedó para nada mal pero igual hace que Francisco dude de que la gente les va a comprar si solo suben una foto de la televisión.

— ¿No la vas a subir? —, pregunta Esteban, quitando su vista de la pantalla por primera vez en toda la noche para poder ver a Francisco.

Francisco observa la pantalla de su teléfono dudoso. — ¿Tú crees que se la van a creer con solo esta foto?

Esteban suspira un poco frustrado y toma la mano de Francisco haciendo que este se sorprenda ante tal acción.

— Dale, toma una foto de nuestras manos —, Esteban lo apura y Francisco, intentando mantener la calma de sus manos temblorosas toma la foto. — ¿Listo? —, Francisco asiente levemente y una sensación de pérdida recorre su cuerpo cuando Esteban lo suelta.

Francisco vuelve a acomodarse en el sillón, mirando al suelo para que Esteban no pueda percatarse de su expresión de tristeza. El mayor se levanta del sofá.

— Yo creo que ya te puedes ir —, comenta Esteban y el corazón de Francisco cada vez se rompe aún más. — Yo quiero seguir viendo dragon ball y...

— Dios, no inventes excusas de mierda, Esteban. Solo dime que ya no te aguantas mi presencia y listo —, Francisco lo interrumpe un poco frustrado.

— Bueno, ¿y por qué te haces el dolido? Tú fuiste el primero en dejar claro de que es agotador fingir conmigo —, Esteban responde molesto. — Perdón por no querer compartir con una persona que hace ver difícil tener algún vínculo conmigo.

Francisco comienza a llorar por la frustración del momento. ¿Cuando fue que llegaron a esto? Hace tan solo unos días los dos estaban en el estudio riéndose mientras comían pizza y Francisco intentaba cantarle a Esteban. ¿A quien quiere engañar Francisco? Él sabe muy bien que están como están porque dejó que las palabras de Francisco le llegaran a la cabeza y no tuvo mejor idea que desquitarse con Esteban.

— Mira, no quiero ponerme excusas, pero ya hablamos de esto. Tengo traumas, y cualquier cosa que me digan me va a comer la cabeza y voy a terminar actuando como un idiota. No te preocupes, Matías ya me está ayudando a encontrar un buen psicólogo para empezar a tratarme —, Francisco intenta hablar lo mejor posible, pero con la ansiedad y frustración del momento se le hace muy difícil. — Rocco me mandó un mensaje, intentando advertirme de ti, porque yo me estaba ilusionando mucho, entonces el quiso recordarme que todo lo que tú hacías por mi era por el contrato no de manera genuina.

Esteban quiere responderle un "ya lo sabía" pero no quiere echarle más leña al fuego.

— ¿Y por qué tus amigos se creen con el derecho de asumir mis cosas sin siquiera conocerme? —, Esteban cuestiona aún molesto. — Fran, a mi hace mucho me había dejado de importar hacer las cosas por el contrato. Yo pensaba que estábamos yendo por un muy buen camino y todo lo que hice por ti fue totalmente porque quería hacerlo, no porque un papel me lo decía. Después tú me trataste como la mierda sin razón alguna y yo me sentí realmente mal, porque por primera vez creí que estaba haciendo las cosas bien...

— Lo estabas haciendo, y lo sigues haciendo —, Francisco le aclara. — Yo hice las cosas mal, porque me sentía estúpido por permitirme ilusionarme con algo que tenía más posibilidades de no ser real...

Esteban se queda en silencio por unos segundos y por segunda vez en la noche sorprende al cantante. Esta vez de una manera más drástica, ya que de un momento a otro, sus labios están estampados contra los de Francisco.

— Había y hay muchas posibilidades de que sea real, Fran —, Esteban susurra, sus labios aún cerca de los de Francisco. — Pero si queremos que esto sea más que un contrato, tenemos que empezar a trabajar el pasado, porque en serio quiero que esto funcione entre los dos...

Francisco asiente levemente, unas pocas lágrimas saliendo de sus ojos ante la emoción del momento.

— Vamos a hacer que funcione, Esteban.

Esteban sonríe y le roba otro corto beso en los labios.

— Quédate, por favor. Puedo prestarte de mi ropa y también mi cama, yo no tengo problemas de dormir en el sillón —, Esteban ofrece, sin miedo a mostrar la desesperación que le genera separarse de Francisco. — Te extrañé demasiado, necesito tenerte cerca.

Francisco sonríe levemente. — Me quedo, pero solo si duermes conmigo en la cama...

artificial love | esteban x fran (social media au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora