A veces vivimos tan enfrascados en nuestras cosas que no nos detenemos a observar a nuestro alrededor. Todos vamos por la vida corriendo porque vamos tarde, o pegados al celular por una supuesta llamada importante... Nunca nos detenemos a analizar que abrieron una nueva tienda, que pintaron la casa del vecino, que tallaron algún árbol, que plantaron nuevas flores...
O al menos eso me pasó a mí.
—Me da risa, porque ella es mi vecina desde hace como dos años, pero sólo la veo cuando sale de madrugada y casi que corre para llegar al primer sector de la urbanización, literalmente ella corre en las madrugadas. Yo vengo de España, y estudio acá desde hace un par de años, soy de la misma cohorte que ustedes, los ví en vivenciales, en las actividades extracátedra, en las reuniones grupales, hasta en un evento de porrismo, fue cuando más atención le presté a ella. Baila muy bien, se ve siempre tan enérgica y brillante...—le comentaba el extraño sujeto a Chris, el que se quedó fijamente observando como yo botaba un papel sucio.
—A todas éstas, ¿Cuál es tu nombre? ¿Qué carrera estudias? ¿Cuánto te tardas en culminarla? ¿Te gusta mi amiga? ¿Por qué la veías desde hace tanto y..? ¿Por qué nunca te acercaste?—Chris le hacía preguntas sin detenerse, hasta a mí me agarró fuera de base, le empujé con mi hombro en señal de que se detuviera, también tenía esas preguntas, pero todo poco a poco.
—Amigo, vas algo rápido, jaja. No me acuerdo el orden de tus preguntas pero mi nombre es Joshua, tengo 21 años, estoy cursando el último año de urbanismo, y no me acerqué porque tu amiga es algo misteriosa y por lo que veo no es muy amistosa.— me ve nuevamente y yo le regreso una mirada, en efecto, de pocos amigos. ¿Qué se cree él? Ash. Me toca intervenir.
—No soy amistosa con todo el mundo, y menos pretenderás que lo sea con un chico que se dedica a espiarme, y nunca se acerca. Eso da miedo, hasta resulta algo acosador. Se supone que somos adultos, ¿por qué actuar como niños?— y enseguida veo cómo su ceño se frunce y.. me esperaba su réplica.
—¿Adultos? JAJAJAA. No fue muy adulto de tu parte ofrecerme un pendón con una foto tuya. Pero está bien. Disculpen, pero sus amigos ya se fueron, no quiero que por mi culpa se ganen enemistades o algo así. Aunque me gustaría que respondan a las mismas preguntas que yo. O saber sus nombres al menos —Y sí, estábamos discutiendo sin saber nuestros nombres, qué adultos somos.
—Me llamo Christopher, ella es.. le dicen Gray, ella estudia ingeniería en computación, yo ingeniería eléctrica y nos falta un año también para culminar. Ella es mi erizo y yo su quokka, ella es mi leche y yo su café, ella es mi apoyo emocional y el de ella es la música.—Chris hablaba sin detenerse, ¿Estaba nervioso? Al parecer, lo estaba más que yo. Yo sólo me limitaba a escuchar y reírme internamente, se me hacía extraña y graciosa la situación.
—Debemos irnos, no fue un gusto, acosador.— y con eso, halé a Chris del brazo y lo obligué a seguirme. Yoshi, o como sea que se llamase, se quedó viendo cómo nos íbamos, sin mover otra parte de su cuerpo que no fueran los ojos. Para mí seguía siendo un tipo raro, a pesar de haberse presentado.
—Oye, ¿Qué fue eso? Te noté algo nervioso.. es decir, sé que eres una bola de nervios andante, pero le hiciste demasiadas preguntas compulsivamente, hasta a mí me abrumaste.— Conozco a Chris desde el último año de bachillerato, él no es de meterse en conversaciones de esa forma. Siento que él ya lo había visto o algo así.
—No fue... No fue nada. Bueno, sí. Es que... Ya él se había acercado a mí antes, con la intención de hablarte. Creí haber solucionado ese problema, pero sigue apareciendo en todas partes. Gray, sé que estás algo distraída con las materias electivas, sé que sigues buscando otro empleo para tus vacaciones de verano que vienen ahorita, sé que últimamente no te refugias en los audífonos como antes, que estás olvidando costumbres, fechas importantes... Gray, sé que estás estresada, pero tienes que fijarte un poco más a tu alrededor. Ese tipo lleva bastante rato observándote y tú nunca lo notaste sino hasta hoy. ¿Por qué crees que me quedé y seguí la conversación yo? No sabía su nombre, ni nada de él, pero al igual que tú me dió mala espina desde el principio.— Por la forma en que expresaba su inquietud, supe que estaba realmente preocupado por mí. Y esa palabra "vecino" me empezó a asustar.
Ay.

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Gray [en curso]
Losowe¿Te haz preguntado alguna vez por qué las personas "ricas" (económicamente hablando) siempre están tristes? Ella no esperaba este giro tan radical en su vida, y como siempre, le corresponde "desafiar su destino" y adaptarse a su "nueva realidad". ...