Una a una, ininterrumpidas,
descienden deslizándose
entre los finos y delicados relieves.
Comienzan solitarias
para, en unos segundos,
esculpir las colinas
dando lugar a un mar profundo.
Nadie puede frenar
la incesante corriente
que nace en las cuencas,
esas que son únicas en el mundo,
que son trozos del atardecer.
Ríos interminables
que provienen del dolor;
lluvia que cae a ras de suelo.
¿Cómo puede herir tanto el agua?
¿Cómo erosiona mi alma
si ni si quiera la roza?
¿Cómo es que es fuente de vida
si a mí me está matando?
Quería que parara,
no quería llorar más,
quería que me dejasen en paz;
ahora mis ojos están secos
y sólo quiero que vuelva a llover
para llenarme de algo más,
que no sea humo,
por dentro.
De verdad que quiero que llueva,
de verdad quiero volver a llorar,
quiero que el dolor escape,
quiero que se pierda en la inmensidad.
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Flowers falls
AcakCuando llega el otoño los pétalos se caen y las flores se marchitan, pierden su color y el mundo se desdibuja en sombras ocres. El otoño de las flores, el invierno de los corazones.