Capitulo 20

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Alexis entra en la casa y se sorprende al ver a Juan esperándolo. "No he venido aquí a pelear, tengo algo importante que decirte", comienza Juan, explicando la situación con la secta y sugiriendo que podría ser peligrosa. "Justo en este momento, se acerca el momento en que el Gran Amo, el líder supremo de todos los amos, un dios... seré yo", declara Alexis con determinación. 

"Juan, considera a tus hijos. Están estudiando para convertirse en esclavos o amos sumisos, quién sabe qué les depara. Del otro lado... cuando logré escapar... vi una noticia sobre una secta que hacía algo similar", advierte Juan, entregándole el diario a Alexis, quien procede a leerlo detenidamente.

Alexis frunce el ceño mientras lee el artículo, visiblemente perturbado por lo que descubre. Levanta la mirada hacia Juan con una expresión seria. "Esto es inquietante", murmura. "Pero dime, ¿esto que vivimos nosotros es una secta?".

Juan se queda en silencio por un momento, reflexionando sobre la pregunta de Alexis. "No lo sé", responde finalmente, con un tono sombrío. "Pero algo no está bien. Lo que sea que estemos viviendo, necesitamos asegurarnos de que no se convierta en algo peligroso como lo que leímos en el periódico".

El grito de la esclava virgen resonó en la casa, una melodía discordante que perturbó el ambiente. Juan frunció el ceño ante el sonido. "No es agradable", susurró para sí mismo. Alexis, sin embargo, contrarrestó: "Pero recuerda, Juan, tú también tomaste una virgen hace mucho tiempo de la misma manera. Aquí, es algo normal".

Juan reflexionó sobre las palabras de Alexis, sintiendo el peso de su pasado sobre sus hombros. "Puede que haya sido así, pero eso no significa que esté bien", respondió con seriedad. "No quiero que tus hijos sigan ese camino, Alexis. Necesitamos detener esto antes de que sea demasiado tarde".

Juan propone una estrategia a Alexis, sugiriendo que este último y Morgana se infiltren en la secta bajo el pretexto de su relación sexual. "Es una idea arriesgada, pero podría funcionar", responde Alexis con un asentimiento pensativo. "Nos enfrentamos a algo oscuro y peligroso, pero debemos detenerlo antes de que cause más daño".

Juan y Morgana deciden pasar por la biblioteca antes de encontrarse con el juez. Mientras caminan hacia allí, Juan bromea diciendo: "¿Qué te parece si después de hablar con el juez nos relajamos un poco y leemos algunos libros... o tal vez algo más excitante?". Morgana responde con una sonrisa traviesa, "¡Me gusta la idea amo! ¿Quién sabe qué aventuras nos esperan entre las páginas o debajo de las sábanas?".

El juez acepta la explicación de Alexis sobre su visita a la biblioteca con Morgana, sin sospechar que detrás de esa aparente actividad se esconde una investigación sobre la supuesta secta. Confía en la palabra de Alexis, quien mantiene su verdadera intención oculta bajo una fachada de normalidad.

Agotados por la infructuosa búsqueda entre los tomos de la biblioteca, Alexis y Morgana se ven envueltos en un giro inesperado. Mientras Morgana extrae el último libro de una estantería, una puerta oculta se abre ante ellos, revelando un pasadizo secreto. Con asombro, cruzan el umbral, y la puerta se cierra tras ellos con un susurro apenas audible.

A la luz del encendedor, Alexis explora el ambiente en penumbra, buscando un interruptor. De pronto, sus ojos se posan en un conjunto de objetos antiguos, entre ellos, una fotografía del juez en sus años de amo solitario, junto a una mujer cuya mirada revela un pasado marcado por cicatrices.

Con cada detalle revelado, la escalofriante verdad se despliega ante los ojos de Alexis y Morgana. La mujer de la fotografía resulta ser la esposa del juez, y su relación pasada no es otra que la de amo y esclava. Lo que comenzó como una sombría transformación forzada en sumisión se convirtió en una estructura de dominación más amplia, donde otros fueron arrastrados a participar en un experimento retorcido.

"Sombras de Deseo": Pasiones ProhibidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora