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Durante los siguientes días, Geralt y tú entrenaron.

Comenzó simplemente caminando por el campamento y luego se convirtió en movimientos lentos y constantes con tus espadas. Eithné le había dado a Geralt una espada nueva desde que Vilgefortz la había destrozado, y Triss, la maravillosa hechicera, había agarrado tu espada de la playa cuando te trajo aquí.

Jaskier se sentó al margen mirándote a ti y a Geralt entrenar mientras él escribía en su cuaderno, sin duda inventando nuevas canciones.

Yennefer había aparecido de la nada una noche. Pero no trajo ninguna buena noticia y no tenía a Ciri. Sin embargo, curó las peores heridas tuyas y de Geralt, pero se fue poco después de decir que Aretuza y los otros magos la necesitaban ahora que Tissaia estaba muerta.

Su rodilla todavía estaba molesta de vez en cuando, incluso después de que Yen hubiera intentado curarla. Eithné te dio más de sus aguas curativas para intentar ayudar, pero nada pareció curarlo adecuadamente. Cualquiera que fuera el material del que estaba hecho el bastón de Vilgefortz, había causado un daño significativo. Sin embargo, se curó en su mayor parte y solo cojeaste un poco, por lo que podría ser peor.

"No recuerdo que la receta del elixir de Vesemir involucrara a tantos..." Jaskier se detuvo sosteniendo un gusano retorciéndose en su mano. "...tripas de gusano."

"No es así. Pero es lo más parecido al veneno de yghern que pude encontrar". Respondió Geralt sosteniendo el cuenco de ingredientes hacia la bardo.

"Oh, vamos, él es... míralo". Insistió Jaskier, mirando al gusano con ojos tristes antes de suspirar y de mala gana poner al animal en el recipiente. "Lo siento, amigo. Sólo sé amable con él-"

Geralt aplastó el gusano con el mortero provocando que un gemido escapara de los labios de Jaskier mientras observaba cómo la criatura se convertía en papilla y tú te reías divertido por su reacción.

Ayudaste a Geralt a seguir añadiendo ingredientes, algunos más fáciles de hacer que otros. Había que exprimir las raíces de las plantas para obtener agua, otros líquidos debían hervirse antes de agregarlos al recipiente, había que recoger los pedales de las plantas y mucho más. Había muchas cosas que entraban en un elixir.

La próxima vez que veas a Vesemir deberías agradecerle por siempre preparar los elixires para todos vosotros. Ya fue bastante difícil hacer dos, y mucho menos suministrarles elixires a ti y a tus hermanos.

Jaskier ayudaba en lo que podía, y ayudar era más bien molestar.

"¿A qué crees que sabe esto?" Preguntó Jaskier al azar, sosteniendo el palo de madera que acababas de usar para mezclar el jugo de fruta y... otras cosas cuestionables.

"Bien. Deberías intentarlo." Simplemente respondiste.

Jaskier se encogió de hombros antes de lamer el extremo del palo, pero rápidamente lo bajó y sacó la lengua con puro disgusto mientras sentía arcadas.

"Eso es posiblemente lo más asqueroso que jamás haya existido". Exclamó Jaskier antes de señalarte con el palo. "Y tú, amigo mío, eres pura maldad".

Resopló, "No pensé que realmente lo probarías".

"¡Dijiste que debería intentarlo!"

"Nunca la escuches cuando dice esas palabras". Geralt dijo de repente, mirándose a ti y a Jaskier divertido. "Una vez convenció a Lambert y Eskel para que bebieran orina de cabra".

"Oh Dios, me olvidé de eso". Te tapaste la boca con las manos en un esfuerzo por no reír mientras pensabas en ese día hace muchos años. "Estaban muy enojados".

𝐂𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧 𝐑𝐨𝐭𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora