homework and kiss

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ambas niñas se encontraban en la cafetería, desayunando tranquilas.

a excepción de haerin, quien seguía pensando en algo para llamar la atención de su enamorada.

— ¡Ya lo sé! —saltó de su asiento, asustando a su amiga

— ¿Puedes sentarte, por favor? —la jaló del brazo, sentándola nuevamente— Todos nos están mirando

haerin miro a su alrededor. era cierto.

— Bien, ahora si, hablemos sobre tu gran idea sin gritar —haerin asintió— ¿Qué pensaste, gatita?

— Tal vez si le robo un beso dejara de pensar que soy poca cosa —sonrió victoriosa con su idea

— ¿Qué? —hanni frunció su ceño— ¡No!, ¿estás loca? —susurro agresivamente— Aparte, no creo que marsh piense que eres poca cosa

— Ni siquiera me mira —lloriqueó

— Cierto, apenas y te conoce —concordó hanni

— Bueno, entonces lo haré —se levantó, caminando hacía la salida del comedor

hanni corrió detrás de ella.

— ¡Estás loca! —la tomó del brazo, deteniendo los pasos de la pelirroja— ¡No puedes llegar y besarla de la nada!

— ¿Quién dijo que voy a llegar y besarla de la nada? —se cruzó de brazos, encarando a su amiga peli negra

hanni frunció las cejas.

— ¿Entonces qué harás?

haerin hizo un mojin con sus labios, pensando.

— Mmm —tarareó

——————

la castaña se encontraba tranquila, sentada en el sofá de la biblioteca leyendo un libro.

pero su paz se vió interrumpida por la presencia de alguien más, quien se detuvo frente a ella.

levantó su mirada para ver de quién se trataba.

— Hola, dani —una niña peli teñida pelirroja

— Oh, haerin. Hola —sonrió

haerin sonrió aún más.

¡La castaña sabía su nombre!

"Toma eso, hanni pham", se burló de la vietnamita en sus adentros.

— ¿Necesitas algo? —danielle interrumpió sus pensamientos burlones hacía su mejor amiga

— Uhm, si —asintió frenéticamente

se estaba poniendo nerviosa, demasiado para su gusto.

¿por qué?

lo había pensado bastante...

bueno, tal vez sólo lo pensó cinco minutos.

— ¿Y...? —danielle volvió a sacarle de su trance, viendo que no respondía

— ¡Ah, si! —la bibliotecaria la siseó— Perdón —desvió su mirada hacía la señora de gafas, disculpándose

danielle río.

— Bien —se acomodó en su asiento, dejando el libro a un lado de ella— ¿Qué necesitas? —sonrió amable a la chiquilla frente suyo

haerin lo pensó bien unos segundos antes de soltar.

— ¿Puedo besarte?

la sonrisa de la castaña permanecía, sólo que con un toque de sorpresa, aún sin desviar la mirada.

parpadeó una, dos, tres veces, antes de preguntar confundida.

— ¿Cómo?

haerin inmediatamente se arrepintió de sus palabras.

— Yo- quise decir —tragó nerviosa— Fue muy irrespetuoso, ¿verdad?, una disculpa. Uhm... —pensó en las palabras correctas— Señorita danielle, ¿me concedería usted el deseo de juntar sus labios con los míos?

la castaña no soltaba ni una palabra, simplemente la miraba incrédula.

si hanni estuviera ahí, no hubiera tardado ni un segundo en burlarse.

— Diablos —susurró para sí misma

rascó su nuca nerviosa, desviando la mirada.

— ¿Por qué? —danielle por fin se dignó a hablar

— Eh... —pensó— Bueno, me gustas —soltó, después dándose cuenta de lo que dijo— ¡Digo!, me gustan tus labios. Son lindos, y gorditos... y rositas

trató de pensar en alguna excusa mejor, parecía una idiota enamorada diciéndole todas esas cosas.

aunque si era una idiota enamorada.

— Es para una tarea. Sip —asintió— Tengo que hablar sobre... —pensó

¡Dios mío!, se le quemará el cerebro de tanto pensar.

y gracias a los angeles y todo lo divino, recordó su proyecto de psicología.

— Es para el proyecto sobre las emociones, y quería hablar sobre la serotonina en el amor. Un beso genera mucha serotonina, ¿sabías eso? —habló rápido, confundiendo más a la castaña

— ¿El de psicología? —preguntó

— Así es — confirmó— Es para la proxima semana

— Y quieres... ¿besarme a mí?

— ¡Exacto!, tú entiendes —asintió— Y tus labios son lindos... y eres linda —lo último lo dijo casi susurrando

— ¿Perdona? —danielle sonrió, ladeando su cabeza

obvio la había escuchado.

cómo no lo iba a hacer, están en una biblioteca, totalmente silenciosa.

"¡Demonios, haerin! debes aprender a cerrar tu bocota un segundo"

eso es algo que le diría hanni.

otra vez esa niña en sus pensamientos.

es sólo que haerin no puede concentrarse cuando la mujer que le gusta, la chica más linda del planeta, la más guapa, la más preciosa, está frente suyo, hablando con ella.

para su suerte, danielle fingió no haberla escuchado.

— Volviendo a lo de antes, ¿qué dices? —interrogó una vez más, no quería que danielle pensará que era una loquita— no hablo con mucha gente, y por nada del mundo besaría a hanni

danielle la miró unos segundos, pensando seriamente.

o tal vez no tan seriamente, no era algo tan complicado de pensar.

— Pues...

pero la campana la interrumpió.

— Oh, lo siento, haerin. Tengo que irme —tomó sus cosas y se marchó, no sin antes darle una sonrisa penosa

haerin la miró salir por la puerta, doblando en la esquina izquierda y desapareciendo detrás de esta.

— Uy

Idiota enamorada <<daerin>>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora