͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ 𝟎𝟑.

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pipe's pov❛ cámbiala ❛

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pipe's pov
cámbiala

Dos años trabajando para Esteban, dos jodidos años, ¿y qué recibo a cambió?, una compañera mas pelotuda que la anterior, ya ni recuerdo la cantidad de veces que le insiste a Kukuriczka que podía trabajar solo, soy bueno en mi trabajo, no necesito a alguien.

La primera en llegar fue Gia, por ahora con la que peor me he llevado de todas, rubia, de ojos verdes, alta y preciosa, la única desgracia es que estaba desquiciada, desquiciada en el sentido de que por más que lo intentara no había un día en que me dejase en paz. Todo el día era escuchar su voz chillona, que ha principio no me molestaba, hasta que de la nada se hacía la atrevida y sabía mi dirección y el nombre de mis padres, alta loca. Le rogué a Esteban porque la despidiera y así fue.

La segunda Melissa, ojos azules, castaña, al principio nos llevábamos excelente, la pasábamos muy bien y sin querer pronto quisimos ser algo más que amigos pero fue lo peor que pudimos hacer, la mina era posesiva conmigo, posta, jamás me dejaba hacer cosas solo y sin querer un día de proyecto le solté como me sentía, harto de su presencia, aborrascado de su ser, no le quedo más que patearme las bolas.

Y ahora, la más inservible de todas, Samantha, aún no me contaba el color de sus ojos, lograban verse verdes, mieles, cafés aún no lo comprendía, pero no me da importancia.

Aceptaba que el hecho de habernos topado en los taxis y después terminara siendo mi compañera de oficina era una horrible coincidencia, tal vez mi actitud había sido muy pelotuda pero tenía que llegar a la oficina, no era mi culpa no saber que ella era mi compañera.

Notaba como mi presencia la molestaba, bufaba de vez en cuando al verme, dos días lleva la boludita, ¿piensa que puede tratarme así?, parece que a todo el mundo le cae bien y yo simplemente no la soporto, me molesta.

Le había insistido el cambio de compañera en la mañana, una y otra vez pero parecía no tomar en cuenta mi petición.

───Che, cámbiala ───exprese por milésima vez.

───Felipe, ¿no entendes? ───respondió histérico ───No habrá más cambios, Samantha se quedará fijamente acá.

───No te creo, las terminas despidiendo siempre, ninguna te convence, ¿cómo estás seguro que ella no te fallará? ───lo mire incrédulo.

───Desde el principio me convenció, boludo, posta, dale una oportunidad ───hizo un ademán con las manos, rogando para que entendiera.

───Kuku, lo he intentado...

───Dos días lleva acá, dos días ───me interrumpió ───No la voy a despedir, si tantas ganas tenes vos te podes ir.

Agite mi cabeza con negación ───Ni en pedo ───conteste.

𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐍𝐀𝐓𝐔𝐑𝐀𝐋; 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗽𝗲 𝗼𝘁𝗮𝗻̃𝗼. paused Donde viven las historias. Descúbrelo ahora