14

3 1 0
                                    

Él era un hombre diferente a lo que solía mostrar en la universidad. La calidez en sus sonrisas, que no había visto nunca hasta hoy, eran cautivadoras hasta el punto en que quería tomar mi tenedor y ensuciar todo mi rostro de salsa.

—Con el tiempo me di cuenta que los Bunny's Rockers fueron mi momento canónico, eso y que debo alejar a mi abuela de cualquier televisor con puerto USB durante las fiestas navideñas o revivirá ese momento canónico a diestra y siniestra.

Ambos nos reímos.

Si alguna vez quisiera describir cómo es la risa de Jungkook no habría palabra adecuada, pero justo ahora solo puedo pensar en... jode mentes. Una vez que la escuchas no quieres dejar de hacerlo.

—O sea que, estoy ante una antigua estrella del rock, wow...

—¡¿Antigua?!

Jungkook casi parecía apunto de tener un ataque al corazón.

—Solo tengo treinta años, Jimin...

—Y se conserva bastante bien, casi no parece que ha vivido tres décadas, señor.

Jungkook negó rápidamente con su cabeza haciendo que su cabello se despeinara un poco, el terror por ser llamado viejo reflejándose en todo su rostro. Tape mi boca evitando soltar una carcajada.

—Espera, espera. ¿Tres décadas? Eso no es mucho. O sea, recién salí de los veintes el año pasado, soy bastante joven. Casi me confunden con un estudiante cuando estoy en la universidad.

—Tranquilo, Sr. Jeon. Se ve bastante joven para su edad, casi no se nota que está muy cerca de su pensión. Además... a mi me gustan así, maduros y arrugados cómo pasa seca.

Jungkook casi se cae de su silla y yo solo pude reírme como desquiciado.

—Eres malo.

Dios y ahora hace un puchero. Voy a morir aquí. No hagas eso, por favor.

Tuve que toser un poco para recomponerme de mi ataque de risa y la extraña sensación que empezaba a sentir en mi estómago.

Cambia de tema. Cambia de tema. Cambia de tema.

—Sr. Jeon...

—No me digas Sr. Jeon.

Mierda.

Él cruzó sus brazos haciendo que se remarcaran los músculos a través de la tela de su camiseta mientras el puchero en sus labios y el ceño fruncido no desaparecía de su rostro. Casi me atraganto con mi propia saliva. Maldito cara de bebé con cuerpo de papucho.

¿Hola? ¿Sigues ahí estabilidad del corazón? Te necesito ahora.

—Ese es tu nombre.

Bien Jimin, actúa normal.

—Es mi apellido, pero está bien... —levantó sus hombros mientras me daba una mirada que no supe descifrar —. Tendremos tiempo suficiente para que te acostumbres a llamarme por mi primer nombre o algo mejor.

—¿A que se refiere?—Aún quedan muchas citas por delante para que lo descubras.

Otro puto guiño.

Bien. Adiós estabilidad del corazón, ten lindas vacaciones.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 25 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"F" for kissing - km auDonde viven las historias. Descúbrelo ahora