Capítulo 6: Meet the traitor.

103 26 4
                                    

Doyoung se detuvo frente a una puerta de acero. Detrás de él iba un grupo de científicos y varios agentes de la UNIT, preparados para cualquier situación. Le habían dicho que tenía una misión en solitario, una tan importante como su permanencia misma dentro de la organización, así que el fallar no era una opción, mucho menos el desobedecer las órdenes directas.

Hace años atrás sus padres fueron traicionados por uno de los miembros de su grupo rebelde. Gracias a ese tipo habían descubierto la dirección de su hogar y la información necesaria como para lograr el ataque perfecto.

Ahora era su turno de buscar información.

La puerta se abrió con un chirrido, dejando entrar la tenue luz del atardecer. Doyoung entró con cautela, sus ojos escaneando cada rincón de la zona, en busca de posibles trampas que la UNIT podría colocar. Una vez que comprobó que no se trataba de una mentira, dió un par de pasos en completo silencio, escuchando su propia respiración.

El hombre estaba ahí, esposado en una silla al centro de la habitación. Había una ira incontrolable que palpitaba en su interior, pero se obligaba a mantenerse en calma. En estos momentos necesitaba la información, no una vil venganza guiada por sus sentimientos.

O eso se repetía a si mismo mientras veía la sonrisa burlona en el rostro de ese traidor.

—Vaya, vaya —dijo el hombre con genuina sorpresa, riéndose. —Pero si es Kim DongYoung. Muchacho, te creíamos muerto.

—Supongo que sabes por qué estoy aquí —habló Doyoung, sin una pizca de paciencia.

—¿Quién lo diría? han pasado casi dieciocho años y resulta que, el hijo del gran Eunhyuk y la hermosa Hyejin, trabaja para la organización que los asesinó. Nunca pensé que llegarías tan lejos.

Doyoung apretó la mandíbula, conteniéndose para no golpearlo en ese momento.

—Kwon —advirtió en voz baja. —¿El grupo rebelde aún sigue operando?

Kwon soltó una carcajada.

—¿Crees que voy a hablar así sin más? no diré una sola palabra, ni siquiera por ti.

—Tienes razón —Doyoung se acercó y se agachó hasta quedar a la altura del rostro de aquel traidor. —Pero tengo toda la noche y todo el día de mañana para convencerte. Y te aseguro que haré lo que sea necesario. —susurró. —Así que más te vale empezar a hablar.

—¿Y por qué debería decirte algo, muchacho? Tus padres eran unos criminales y se merecían lo que les pasó. ¿Qué me ofreces a cambio de mi cooperación?

Esta vez el pelinegro dejó escapar una pequeña risita.

—Tu vida.

Las luces del lugar parpadearon. Kwon alzó su mirada y se encontró con los ojos brillantes del pelinegro. La sonrisa del hombre se desvaneció lentamente, siendo remplazada por una expresión de cautela.

—Tienes que estar jodiendo...

—¿Te arriesgarías a comprobarlo? —replicó Doyoung, con una sonrisa llena de maldad. —Ambos conocemos bastante bien lo que heredé de mi papá, y creo que eres bastante inteligente como para no hacerme dar tantas vueltas con el mismo tema. O me dices todo lo que sabes o esa cabecita tuya va a explotar como globo con confetti.

Kwon tragó saliva. Podía ver la ira y dolor en los ojos de Doyoung. El muchacho hablaba muy enserio.

Se parecía tanto a su padre.

—Está bien, está bien —dijo con voz temblorosa. —Pero-... quiero algo más a cambio.

—No estás en condiciones de pedir nada —Doyoung lo interrumpió, acercándose más. —Habla o terminará todo aquí y ahora.

UNITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora