—La lleve a su casa luego, todo un caballero — termina de contarme Dean.
—Su hermano no debe de estar muy contento, ¿crees que te reclamé?
—¿Reclamarme a mi cuando fue su hermana quien me abrió esas lindas piernas?
— Vamos Dean, sabes bien cómo paso eso — me bajo del auto abrazándome a mi misma, hace mucho frio hoy.
Mi vestuario consiste en unas medias negras, una falda del mismo color y un jersey de color blanco y cuello de cisne, mi bolsa de hoy es blanca, para hacer juego con la ropa.
—No te preocupes muñeca, no pasará nada, y si pasa, podremos controlarlo.
—¿Seguro?
—Muy seguro.
Dulce me ha mandado un mensaje diciendo que se resfrío y no tenía ganas de venir, así que me toca enfrentar las clases sola, me despido de Dean y de los chicos y voy a mi primera clase, esta temprano así que no hay muchos estudiantes, camino viendo el móvil. De repente, unas manos me jalan, cierran una puerta, intento gritar cuando los recuerdos de esa noche vuelven, pero tapan mi boca, el lugar está oscuro hasta que alguien prende una luz, es entonces cuando inclino la cabeza y veo los ojos grises de mis pesadillas, intento forcejear.
No volverá a pasar, no volverá a pasar.
No seré débil de nuevo no puedo dejar que me haga lo mismo, no otra vez.
Me suelta y me alejo todo lo posible de él intentado recuperar el aire, ahí es cuando veo bien, es Rush, no Harry, me llevo una mano al corazón y respiro con dificultad.
—Bruto, eso eres — le espeto ocupando un escritorio para sostenerme.
—¿Por qué te da tanto pánico que te toquen? — me ve con curiosidad.
Pregúntale eso a tu padre.
—Que te importa, bruto, ¿se puede saber que te pasa?
—¿Por qué hiciste que Dean...
—¿Se follara a tu hermana? — termino por él — bueno, es una larga historia, pero tu hermana estuvo de acuerdo, así que no es tan malo.
—¿Qué te pasa? Ayer fue tu primer día aquí y ese mismo día decidiste odiarnos ¿cuál es la razón?
—Eso tampoco te debería de importar.
—¿Qué sabes de mi padre.
—¿Qué crees? Eso tampoco...
—Mascotita, las cosas son sencillas — se acerca a mi — o hablas y das respuesta a todas mis preguntas, o te quedas aquí.
— O llamo a Dean y él...
—¿Dean? ¿Qué me hará él?
—¿Por qué me interrumpes tanto? Mal educado.
—¿Qué sabes de mi padre? — esta cerca de mi ahora.
— ¿Cómo cambias de tema tan rápido?— quiero evadir su pregunta hasta que encuentre una forma de salir de aquí.
—Responde — se acerca más hasta que ya no hay espacio, así que me siento encima del escritorio, mala idea, malísima idea, Rush sonríe maliciosamente y de un tirón me abre las piernas para posicionarse entre ellas.
—Vaya, ¿tu hermana te enseñó como le hizo Dean ayer? Creo que también se las abrió con esa brusquedad — digo para molestarlo, pero se ríe.
—¿Quieres que te abra las piernas en ese sentido? Lo habrías pedido antes de tirar comentarios para provocarme, tampoco estás tan mal... con algo de trabajo podrías hacer que me excitara lo suficiente para al menos considerar la idea de querer tocarte — ¿Cómo se atreve?
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Dinastía
RomanceAva Connelly es la chica que muchas quisieran ser, su padre, Edward Connelly es el propietario de una gran industria empresarial, su madre, Mónica Harris, es una famosa chef con una cadena de restaurantes impresionantes. Ava, con 17 años, empieza a...