Orion Ruiz, un hijo no fecundado de Artemisa, llega al campamento mestizo cuando su madre humana ya no es capaz de protegerlo.
No hay muchas cosas que le gusten a Orion pero si tiene que elegir las 3 más especiales serían:
1- Su mamá, María Ruíz
2...
Tanto el texto como la música parecen expresar la liberación del sujeto y es el punto climático de todo el tema. El sujeto asume con fuerza la superación de su condición de víctima y el reclamo ante la pretensión de otros para encadenarlo. La guitarra desarrolla aquí un obstinato que conduce el carácter de la sección.
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Comencé a tratar mi herida con ayuda de Grover, me puse una crema, comí néctar y ambrosía, además de vendarlo. Casi se me escapó una lágrima.
Una vez ya habíamos terminado, Grover nos comenzó a explicar lo que ocurrió mientras no estábamos. Dijo que había logrado sacarle información a Ares, y que tenía la sospecha de que el ladrón era su hija favorita.
—¿Clarisse?— me miró curioso por el tono de voz que utilicé para preguntar— ¿Estás seguro?
— Puede tener sentido, está protegiendo a su hija— acotó Percy.
— De hecho no lo tiene, Clarisse tiene la misma inteligencia que un mono, si no es que menos.
— ¿Entonces a quién más podría estar defendiendo Ares?— inquirió Annabeth.
— No lo sé, yo no leo mentes, no hablé con él. Pero en un momento había dicho que le hacía feliz que iniciará una guerra, podría ser cualquiera.
— Aún así, está información es lo mejor que tenemos. ¿Pero no crees que ella podría hacerlo solo por aprobación de su padre?
—Quizá, ¿pero sola? No— para este momento ya estaba utilizando un tono de voz un poco más hostil.
No pido que me juzguen, solo que me entiendan. No dormí en mucho tiempo, me dolía todo el cuerpo, a mí parecer lo que pasé en las últimas 24hs justifican mi mal humor.
— Oigan, disculpen, pero estoy de malas y no tengo ganas de discutir con ninguno— me alejé de ellos y me senté en el suelo—. Voy a ir a dormir, despiértenme si algo importante y con un buen argumento sucede.
Cerré mis ojos y me quedé solo con la compañía de mis pensamientos, mientras tanto era capaz de escuchar susurros de los otros tres, muy probablemente quejándose de mí.
Pero no me importó (un poco sí).
Pensé en Clarisse, no había sentido alguno en que fuera ella la ladrona, no es capaz de hacer algo como eso sola. En su defecto, lo hicieron entre muchos, pero no se habría podido disimular tanto como para que nadie lo notara. El ladrón era alguien inteligente y ágil, no veía razones lógicas por las que podría robarlo, solo iniciar un conflicto entre dioses, ¿Para qué querría hacer algo así?
