Un angel caido mas en el infierno, quien gracias a sus ideas se condenó a sí misma, ayudando a la hija de un ser despreciado por toda la divinidad, su nombre era censurado y su historia más que tabú, algo que evidentemente nuestra protagonista rompe...
"Él pensó en mí y en vez de caambiar mis defectos los acogió con valentía que solo tienen los que saben amar" Elvira sastre- días sin ti.
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Danza
Llegaron al gran salón donde sería la reunión, todo el mundo volteo a ver a Isabella en cuanto llegó, habían escuchado los rumores de que había una chica pelinaranja con belleza angelical y no estaba nada más ni nada menos que al lado de un demonio voraz lo que alarmaba a todos, pues sabían que Alastor no dudaría en usarla con tal de conseguir lo que quería. Alastor con una gran sonrisa tomó de la mano a Isabella y se dirigieron donde estaría Rosie. El lugar estaba precioso, era amplio y estaba iluminado con hermosos candelabros, un espacio perfecto para danzar.
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- Creo que todos te miran, eres muy famoso por aquí Alastor.- Sonrió Isabella, mirando todo el lugar.
- Querida, no seas tan ingenua, no me están mirando a mi.- Lanzó una risa burlona.
- ALASTOR, que bien que llegaron me preocupe por un momento... Isabella cariño te ves preciosa. Ven te enseñaré el lugar mientras Alastor habla con unas personas.- Rosie emocionada tomó a Isabella y salieron de aquel salón para ver el jardín que había.
- Rosie, qué hermoso lugar...- Isabella se quedó admirando el gran jardín estaba tan bien cuidado que no parecía estar en el infierno y le recordaba a su antiguo hogar, una suave nostalgia inundó su rostro.
- Cariño, estás bien? Cuéntale a Rosie que te aflige- Se sentaron en una silla de madera.
- Solo me causo nostalgia el lugar, aunque se vea diferente a mi hogar me hace recordarlo. - Una pequeña lágrima bajó por la mejilla de aquel ángel.
- Lamento escuchar eso, es difícil que nos saquen de un lugar del que nunca pensamos salir pero es una nueva oportunidad para crecer, renacer y vencer. - Rosie sonrió y se levantó tomando la mano de Isabella. - Querida es hora de que brilles y les muestres a todos los demonios que hay aquí quien manda.
- Tienes razón, no tengo otra alternativa después de todo. - Isabella se secó las lágrimas y se levantó para ir al gran salón
Ambas damas caminaron hasta el gran salón, Rosie pidió un momento a Isabella pues debía resolver un asunto que surgió, mientras tanto Isabella tomaba una bebida y buscaba a Alastor con la mirada, no estaba en su panorámica así que decidió esperar ahí a Rosie, estaban comiendo viva a Isabella los presentes, ella notaba las diversas miradas pero quería evadirlas. De la nada fue tomada de la mano siendo llevada al centro donde algunas parejas bailaban una melodía suave. Era Vox que había estado merodeando a Isabella y esperando el momento justo para atacar.
- Puedo saber por qué una bella dama está sola? Cariño, te dije que Alastor era un imbécil. Espero que no sea muy indebido lo que diré pero tu pareja de fiesta baila con una simple y baja pecadora. - Una sonrisa burlona salió del rostro plano de Vox.- No te preocupes no te haré nada más que acompañar tus finos pasos.
