Capítulo 1

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Eider

—Joven Debold, ponga atención por favor.

Regañó la maestra, era la séptima vez en lo que llevábamos de clase.

—Lo siento señorita Rowland.

Cómo también era la séptima vez que decía lo mismo.

—Muy bien. Cómo les decía, ésta es la varita que casi destruye a toda la Humanidad, la varita de Keira Ciruz, la Bruja que comenzó la guerra entre los Humanos y nosotros los Corpp.

—Si, la lunática que quiso desaparecer a todos los Humanos —susurró Jack.

La señorita Rowland volvió a mirarlo, pero decidió ignorarlo, cómo todos nosotros.

—Pero gracias a Él Salvador, el señor León, eso no pasó. El logró derrotarla a ella y a todos sus aliados, y así restauró la paz entre los Humanos y los Corpp, aún que como ya todos sabemos, hay algunos Humanos qué se quedaron con el miedo y el odió hacía todos los Corpp.

—Y nos creen monstruos —dijo Jack en tono de burla, la señorita Rowland negó ya cansada de él.

Sí, los Humanos nos odian, y todo a causa de la guerra que empezó ésa tal Bruja, los Humanos son muy delicados, no lo superan, aún cuando la mayoría de nosotros los ayudamos. Y a consecuencia de eso ahora tenemos que vivir escondidos en el bosque, lejos de la ciudad, lejos de ellos. Así era la paz entre ellos y nosotros ahora, separados.

Aunque confieso que yo si quisiera conocer a los Humanos, aunque eso esté prohibido para nosotros.

—Bien chicos, terminamos aquí así que siganme, y pongan atención, no todos los días los sacamos del entrenamiento para venir al museo El Gran Saber.

Terminó de decidir la señorita Rowland sonriente mientras seguía adelante explicando el origen de todas las antigüedades que habían en lugar, es simplemente aburrido, yo prefiero estar entrenando, como siempre, esas clases si me gustan. Miré todo el lugar, es algo viejo, está es la primera vez que vengo a éste lugar, el museo de el señor León, o como todos lo conocen, Él Salvador, él es el Corpp más poderoso, pero es viejo y anticuado, justo cómo éste museo, que a mi parecer sólo es una cabaña con antigüedades, a la cual nunca antes había entrado, ya que sólo adultos pueden entrar, ¿Por qué? No tengo ni la menor idea. Por esa razón somos la primera generación en venir, incluso los maestros jóvenes hoy vienen como estudiantes. Normalmente estaría emocionada, pero no tengo ningún interés en los museos, así qué estoy totalmente aburrida aquí.

Volviendo al tema, éste lugar esta lleno de armamento viejo y pertenencias de algunos de nuestros ancestros, claro que no todos son originales, las más importantes y peligrosas son réplicas, cómo la varita destructora de la Bruja.

Seguí viendo, separandome un poco del grupo, me acerque a una pequeña mesita, que estaba hecha de madera, como todo aquí. Al estar cerca pude ver que es lo que estaba encima de éste, era un gran colmillo, sí, ahora se con más precisión que ésto es irrelevante y aburrido.

—Humanos, esos asquerosos seres mortales —escuché hablar nuevamente a Jack.

Pero no me hablaba a mi, si no a una compañera que según sé, es su prima. Ellos al parecer también se habían separado del grupo. No es que me interesará su charla pero, estoy aburrida, ¿Qué puedo hacer ante eso? Así que fingí poner atención al colmillo y no a su charla. Obviamente.

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