Tabaco

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No tenía sentido que se subiera a ese taxi con dirección al aeropuerto. Las ruedas ya giraban al igual que sus únicas dos opciones en su mente; ser feliz y aguantar las posibles discusiones. O la otra, ser totalmente transparente y aceptar que su estabilidad se iba a ir por los suelos, aunque… Cualquiera de las dos daría el mismo resultado. Esconder todo en una cajita de Pandora.

¿Pero qué más iba a hacer? El futuro (que según dicen no está escrito), aunque le emocionaba, le daba miedo. Quería quedarse para siempre en una sola etapa. Pausar la película, recorrer unas escenas y darle play otra vez.

De repente, el olor a tabaco —que en ocasiones disfrutaba— del cigarrillo  proveniente del conductor se fusionó perfectamente con sus bolitas grises de pensamientos. ¿Al menos le podía pedir permiso para fumar, no?

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⏰ Última actualización: Apr 26 ⏰

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