El timbre sonó haciendo que muchos estudiantes saltarán de felicidad ya que se iban a divertir por al menos 30 minutos.
Muchos salían al campo de fútbol, otros se iban a sus al área del comedor y los demás se perdían por el gran patio o las aulas, ya que ningún maestro los controlaba.
Un joven de cabellos rosados estaba buscando desesperadamente al chico que le gustaba, en cada pasillo que pasaba sus nervios aumentarán cada vez más, sentía sus manos sudorosas por toda la adrenalina que estaba acumulando en su interior.
¿A los chicos también les gustaban las cartas? ¿O eran chocolates? ¡O las rosas!
No lo sabía, lo único que sabía era que su chico era alguien simple, no le gustaban las grandezas, ni era un interesado, él era perfecto, era como ver a un mismo ángel bajado del cielo.
Un ángel.
Todo ese chico era perfecto, desde su piel que era ver la porcelana hasta sus lindos labios color rosado que invitaban a besarlos y nunca dejarlos.
Estaba perdidamente enamorado de Jonathan Kent.
Ese chico que lo hacía fantasear en las noches, quien se robaba sus suspiros, sus sonrisas incluso sus mismo sueños.
Declararse era lo que quería, tomarlo de la mano y presumirlo que era su novio, si su novio.
Pero no encontraba al joven, se estaba comenzando a desesperar ¿Acaso era tan difícil encontrar a la persona que amas?
No.
De tanta búsqueda terminó en el patio tracero, casi nadie iba por allí por lo alejado que estaba de las aulas y era demasiado lo que se tenía que caminar para llegar a ese lugar.
Pero hubo algo que le llamó demás la atención: escuchar murmuró y risas de chicos. Supuso que era alguna pareja de enamorados.
No estaba mal ver ¿Verdad?
Se fué acercando lenta y sigilosamente, no quería espantar a los enamorados, se escabulló por los arbustos.
No lograba diferenciar a los chicos era difícil conocerlos, pero una voz lo hizo reaccionar.
—¿Seguro que me quieres?
—Eres mi adoración y sabes de lo que soy capaz de hacer solo por tí.
Esa maldita voz del menor de los Wayne hizo que su sangre hirviera en sus venas al ver que tenía entre sus brazos a su enamorado.
Tenía a Jonathan en sus brazos ¡A su Jonathan.
Sintió su corazón latir con fuerza que sentía que se le iba a salir de su pecho, sus ojos se nublaron por las lágrimas que estaban a punto de salir y solo apretó la carta que tenía en sus manos con fuerza.
Las risas de los enamorados se dejaban escuchar, era algo lindo y doloroso al mismo tiempo.
Vió como Damián tomo el mentón del menor y ambos se acercaron hasta que sus labios chocaron.
En un dulce beso.
Algo que Nakamura no soporto, y se fué corriendo del lugar con lágrimas en los ojos.
Pero para la pareja de héroes el beso cada vez iba subiendo de intensidad, las lenguas de ambos chocaban en busca de la otra hasta que Damián ganó esa partida adueñándose de la boca de Jon.
La lengua de Damián exploraba el interior de los labios de Jonathan, cosa que hacía muy seguido.
Hubieron más besos de la misma pasión y también hubo más que algún otro manoseo por parte de Damián, le gustaba sentir la piel suave y caliente de su novio, de Jonathan.
¿Pero el amor siempre duele verdad?
Si amas tanto a alguien debes dejar que sea feliz, aunque no sea contigo.
Necesitaba hacer esto, lo juro, me fue emocionante hacerlo.
Necesitaba hacer que el jugo de fresa
sufriera.Este es el short que hago más lago de este reto, superando las 600 palabras, así que espero que los disfruten como yo disfrute escribiendolo.
Nos vemos pronto.
ESTÁS LEYENDO
Kisspril [DamiJon]
FanfictionUn beso puede cambiar situación, puede ser desde el más dulce hasta el que puede ser una dolorosa despedida. _______________________________________________________ Historias 100% mía Reto de 8 días de la página es de fanfics. Los personajes no me p...