El Diablo tiene una hija llamada Elisa,ella acaba de cumplir 18 años y su sueño es conocer el mundo de los humanos.
Su padre como todo experto y sabio le dice que todavía no está preparada para salir del infierno ,pero ella le sigue insistiendo de q...
Lucas se acercó a mi me dio un tierno beso en la frente que me hizo entender que todos nuestro problemas estaban resueltos Después de la conversación con Lucas,sentí una mezcla de alivio y determinación. Aunque la incertidumbre y el miedo a perder a Lucas aún pesan en mi corazón, la posibilidad de superar juntos los obstáculos me da un rayo de esperanza.Estoy consciente de que el camino hacia la confianza y la comprensión mutua no será fácil, pero estoy dispuesta a enfrentar los desafíos por el amor que siento hacia Lucas.Aunque se que las palabras de Lucas provienen de un lugar de dolor.
Más tarde después de aclararlo todo nos fuimos a la escuela.Me sentía algo insatisfecha pero a la vez bien.Al llegar a la escuela un grupo de chicas estaban amontonadas parecía que había una especie de famoso o algo así,la curiosidad se apoderó y me acerqué al tumulto de chicas cuando llegué dentro de él se encontraba un chico muy apuesto,cabello negro,ojos azules parecía un modelo.Todas se estaban volviendo locas al verlo pero a mi no me causó ningún tipo de emoción.
–¿Qué estás mirando?—Dijo Lucas sorprendiéndome.
–Nada simplemente estaba....—Dije sin poder terminar la oración.
Aquel chico nuevo el cual todas las chicas le perseguían como unas malditas perras,me parecía conocido aunque nunca lo he visto pero por alguna rara razón creo que ya nos conocemos.
–¿Sabes que?...olvidémoslo—Dije.
–Está bien—Asintió Lucas.
–Nos vemos después de clases—Dije y me fui.
–¡Espera!—Lucas me detuvo agarrando mi brazo.
–¿Qué ...qué pasa?—Interrogué confundida.
Lucas me tomó las mejillas con su mano y se inclinó a darme un dulce y tierno beso.
–¿Pensabas irte sin besabas?—Dijo Lucas.
–Lo siento,no volverá a pasar.Lo prometo—Contesté con una sonrisa.
Después de estar unos segundos con Lucas me fui hacia el laboratorio de química ya que me tocaba clase de química hoy.Al llegar a el laboratorio me puse mi bata blanca,guantes y mis gafas protectoras,cuando llegó el profesor todos fueron a sus respectivos puestos.
–Buenos días alumnos,en clase anterior si comportamiento fue increíble y los voy a recompensar.Hoy haremos una Reacción de Precipitado Visible—Nos dijo el profesor.
Todos comenzaron a quejarse ya que una Reacción de Precipitado Visible sonaba algo raro y complicado.
–!Hey!,cálmense—Dijo el profesor haciendo un silencio profundo en el laboratorio–Por hoy les permitiré que hagan el experimento con un compañero "Solo uno"—Aclaró.
Todosv empezaron a reunirse y a formar su grupo de a dos,yo era la única que no tenía pareja,siento una sensación de tristeza y de vacío.
Raro...
–Chicos por cierto se me olvidó presentarles a su nuevo compañero Charly—Dijo el profesor.
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Charly se quedó callado y simplemente observó el laboratorio,de la nada una chica murmuró "Que sexi es ese chico".Cuando lo miré detalladamente me di cuenta que era el chico al que todas las chicas le estaban gritando y volviéndose locas por el.
–Siéntate al lado de Elisa—Señaló hacia mi puesto el profesor.
–Ok–Asintió con la cabeza.
Charly se sentó a mi lado y se puso su bata,lentes y guantes.
–Bueno para este pequeño experimento necesitamos cojer nuestro objetivo es observar la formación de un precipitado al mezclar dos soluciones.Necesitamos...soluciones de nitrato de plata y cloruro de sodio, tubos de ensayo, pipetas.Ahora les explicaré el procedimiento añade unas gotas de solución de cloruro de sodio a un tubo de ensayo con solución de nitrato de plata y ahora observa la formación de un precipitado blanco de cloruro de plata—Explicó el profesor.
A la mayor parte de estudiantes le salió mal el procedimiento ya que algunas no prestaron atención y a otras les salió a la perfección.
–Elisa creo que deberíamos ponerle cloruro de sodio no cloruro de potasio—Dijo Charly.
–Cállate sé lo que hago—Dije creyéndome mejor que Charly.
–Somos un equipo,debemos trabajar juntos—Dijo Charly.
–Te dije que me dejes trabajar —Grité.
Cuando añadí las gotas del cloruro de potasio el experimento no salió como lo había hecho el profesor.
–¡Mierda!—Dije abrumada.
–Eso te pasa por no hacerme caso—dijo Charly.
–Mejor cállate—contesté molesta.
—Eres una chica muy linda —dijo Charly con un tono pícaro.
—Sí, ya lo sé, dime algo diferente —contesté, molesta.
—Me encanta tu forma de ser, igual a la de un demonio —respondió Charly con una sonrisa de lado.
–¿Por qué me comparas con un demonio?—interrogué.
–No sé,te pareces mucho a uno—dijo Charly mirándome con un poco de sospecha.
De pronto sonó el timbre de la preparatoria, interrumpiendo el murmullo constante de los estudiantes. Mientras las puertas se abrían y los pasillos se llenaban de jóvenes charlando, guardé mis libros en la mochila con una sensación de anticipación.Entré a mi salón y Charly me estaba persiguiendo por todo el camino.
«¿Acaso estará en mi mismo salón?»Me pregunté.
–¡Elisa! —me llamó Charly con una voz que denotaba una mezcla de nerviosismo y esperanza.
–¿¡Qué quieres!? —contesté molesta, sin siquiera voltear a verlo.
–Seamos novios —propuso Charly de manera abrupta, como si temiera perder el valor si no lo decía en ese instante.
–Claro que no. Déjame en paz —respondí con firmeza, acelerando el paso para alejarme de él.
Había algo extraño en ese chico me daban muy malas vibras y cuando alguien me da ese tipo de sensación no es nada bueno.
A pesar de mis constantes rechazos, Charly no parecía captar la indirecta. Cada "no" parecía solo aumentar su determinación. Pero yo tenía mis límites y él los estaba cruzando. No era solo el hecho de que ya tenía pareja, sino que algo en su insistencia me hacía sentir incómoda, como si cada palabra suya intentara invadir un espacio que no le pertenecía.
Un día, decidí que era suficiente. Me enfrenté a él, con la mirada fija y la voz firme.
–YA BASTA—grité molesta y toda la escuela se me quedó mirando–¿¡Que parte de que "no me gustas" no entiendes!?,déjame en paz—Dije y lo empujé.
Charly cayó al suelo y comenzó a sollozar delante de todos, sus hombros temblando con cada sollozo. La escena atrajo la atención de los estudiantes que pasaban, y sentí cómo sus miradas se clavaban en mí, llenas de juicio. Me quedé parada, inmóvil, mientras una mezcla de emociones me invadía. Por un lado, sentía una punzada de culpa por haber sido tan directa, pero por otro, sabía que había sido necesaria mi firmeza.
